La leyenda del ‘Salt de la Bella Dona’
Una de las leyendas más populares de la cultura mallorquina es la del ‘Salt de la Bella Dona’. Una historia que ha sido transmitida de generación en generación hasta llegar a nuestros días.
Cuenta la leyenda, que en una aldea cercana al camino que unía Inca con el Santuari de Lluc, vivía una bella joven que era muy devota de la Verge de Lluc así que, cuando podía, visitaba el monasterio para poder rezar ante los pies de su estatua.
Conocedor de su devoción, su amado le propuso visitar el Santuari. Evidentemente, ella accedió. Así, una tarde, ambos partieron desde su localidad cargados de viveres y provisiones en las alforjas de su asno.
Durante el largo camino, el hombre no articulaba ninguna palabra, o sea, estaba callado, perdido en sus pensamientos pues los celos se habían apoderado de él, los halagos y los piropos de los vecinos de la aldea a su amada le estaban volviendo loco, o sea, no se fiaba de nadie y tampoco de ella.
Poco a poco, el cansancio empezó a hacer mella y agotados, decidieron hacer una parada en el camino, junto al desfiladero de Es Grau, desde el que se podía divisar toda la llanura de Es Raiguer de la Isla, de este a oeste y en un momento dado, mientras ella estaba abocada al precipicio, el joven se acercó por detrás para empujarla al vacío.
Cuando dejó de oir los gritos de su amada, el asesino emprendió en solitario el camino hasta el Santuari, o sea, entonces estaba abatido, lleno de remordimientos.
Para su sorpresa, al llegar, encontró a la joven rezando frente a la esfinge de la Verge y tras ello, corrió hacia ella para abrazarla y pedirle perdón.
La chica aceptó su arrepentimiento y según cuenta la leyenda, la propia imagen de la virgen levitó ante ellos, haciéndoles entender que ella también le había perdonado.
Algunos testigos aseguran en la actualidad haber visto a un chica joven de cabellos dorados y de piel blanquecina con un vestido claro que los observaba llorando durante la puesta de sol donde todos ellos, coinciden afirmando que cuando se acercaban para preguntarle si necesitaba ayuda, la mujer entonces se desvanecía ante sus propios ojos.
Fuente: https://www.mallorcaconfidencial.com/articulo/part-forana/la-leyenda-del-salt-de-la-bella-dona/20191029192644109798.html