La niña vidente de El Triunfo
El 7 de diciembre de 1934 nace una niña que llevaría el nombre de Winter Yrenea Ojeda Rouyer, su padre era un humilde trabajador de rancho y su madre la mujer más rica del Triunfo.
La belleza de la niña era innegable a través de sus ojos verde se podía percibir su inocencia misma que contrastaba con su clarividencia porque desde muy temprana edad aprendió a hablar francés, chino, ruso, alemán y un español muy fluido.
La niña comenzó a crecer y su evolución fue muy comentada en el pueblo hasta que empezó a desarrollar los dones mismos que hicieron temblar de miedo a todos los habitantes, al paso de los años y comenzó a decir cómo iban a suceder muchos acontecimientos.
En el mismo templo de El Triunfo se dio el primer indicio de las habilidades de clarividencia de la pequeña niña, cuando un 12 de diciembre de 1939, mientras se celebraban las festividades del santo patrono de la localidad, Irenea advirtió a su madre que saliera de la Iglesia ya que el techo se iba a caer.
Gracias a esa advertencia, doña Ramona alcanzó a salir, pero desgraciadamente más de veinte personas murieron aplastadas por la caída de parte del techo de la iglesia.
Al ser ellas las únicas en salir bien de esa desgracia, aumentó el temor por la condición de la niña, pues al día siguiente en el cementerio, durante el entierro de las víctimas, Ramona reveló con gusto que ella y su familia se habían salvado por un milagro de la virgen.
Sin embargo, la muchedumbre furiosa y temerosa comenzó a culpar a la niña del suceso, afirmando que era el mismísimo diablo, o sea, que tuvieron que huir ante los insultos y agresiones de la gente, y al ver el peligro la familia decidió llevar a la pequeña Irenea con su abuela al rancho Arroyo Hondo donde estaría más segura.
A pesar que en pueblo el sacerdote llamó a la cordura y evitar especulaciones respecto a la desgracia, así asegurando que él mismo había advertido del peligro del techo hace tiempo, y que fue una coincidencia que la niña se encontrara en el lugar del accidente ese día.
A pesar de ello, el pueblo no dejaba de acusar a la pequeña, y planearon ir al rancho El Zacatón donde asesinaron y quemaron a los padres y hermanastras de la niña, logrando sobrevivir dos hermanos que así huir.
Pasaron unos meses, y la población pareció olvidar todo lo sucedido, pero entonces una mañana de abril, los hermanos de Irenea llevaron a la niña a El Triunfo a comprarle ropa y frente al templo ésta soltó pues la mano de sus hermanos y corrió adentro, donde encontró al sacerdote, quien la reconoció pero resulta que no sintió temor.
Irenea le dijo Hace ocho años (en ese momento la niña sólo tenía cuatro) unos soldados enterraron ahí con cuatro tibores llenos de dinero, barritas de oro y mucha joyas que recogieron de las familias más ricas del pueblo, ¿Por qué no excava para que con eso arregle el techo de la iglesia?
Diciendo eso, señaló el lugar, luego fue llamada por sus hermanos y abandonó el pueblo, pues siguiendo su instinto, el párroco con ayuda de más personas buscó el tesoro, que ciertamente encontró y el suceso se dio a conocer rápido, incluso en los periódicos de la época.
El 12 de diciembre de 1940, a un año de la tragedia, se celebró una misa donde el sacerdote emocionado dijo: Hijos míos hace un año culparon a una inocente niña del desplome del templo y manos criminales así acudieron al rancho a incendiar a sus familiares con la seguridad de que la pequeña moriría con ellos, la creyeron una encarnación de Satanás y la difamaron. Hace algunos meses la pequeña niña estuvo aquí y fue la que me señaló el lugar del tesoro del cual todos ustedes conocen, fue extraído del subsuelo de este templo. Una niña demonio, hijos míos no entra a la casa de Dios ni descubre tesoros para ponerlos en manos de la iglesia. La he traído desde el Arroyo Hondo donde vive con sus abuelitos, para que juntos recemos por las infamias pasadas, por la sangre derramada injustamente, por sus padres y hermanos, y por los que murieron hace un año en esa terrible desgracia.
La vida de Irenea transcurrió con normalidad hasta que en el mes de septiembre la niña se volvió a hacer notar, cuando al ver cómo el suero de la leche para elaboración de queso de su abuela se tiraba y además arrastraba unas hormigas.
Como consecuencia de llo, le hizo una terrible advertencia: Me quede viendo las hormigas que entonces se ahogaban, y siento que dentro de algunos días va a correr tanta agua en San Antonio y El Triunfo, que por ello mucha gente va a morir. La abuela tomó a la pequeña y en su mula fue así a advertir al sacerdote del pueblo, a pesar de que el cielo se mostraba despejado y tranquilo.
La madrugada del 3 de octubre de 1940 Winter no se encontró en su habitación y cuentan que entonces Fabián, su hermano, encontró sus restos bañados en sangre detrás de la casa, así con sus hermosos ojos verdes aun abiertos.
Winter Ojeda, la niña vidente del Triunfo, fue asesinada brutalmente y su asesino estuvo preso en la cárcel del Distrito Federal donde murió 2 años después, uno de los expresidentes municipales de los años 20 se cree que conspiró contra la familia y fue quien dio la orden para que asesinaran a la niña.
La pequeña fue enterrada y se levantó una capilla en su nombre, pero a pesar de ello rresulta que mucha gente de El Triunfo aún cuentan que Winter Yrenea Ojeda Rouyer, recorre con paso firme las calles de El Triunfo, se pasea por los callejones, entra a la Iglesia y busca algo dentro de las casonas del pueblo.
Dicen que aun recorre las calles porque a veces se escuchan sus pasos acompañados pues de una suave música de violín que tocaba cuando niña y otros pobladores dicen que la han visto caminando pues con su hermoso vestido que tenía cuando vivía, con largos ropajes entrando y saliendo de forma clara de las casas del pueblo.
Fuente:https://www.culcobcs.com/cultura-entretenimiento/la-nina-vidente-triunfo-una-las-leyendas-mas-famosas-bcs/