La rubia de Kennedy
La historia de la leyenda urbana comenzó en Santiago de Chile en 1979, cuando varios automovilistas informaron sobre una hermosa joven rubia de vestido blanco y ojos azules que recogieron en la Avenida Presidente Kennedy, pues cuando los conductores comenzaban a acelerar, la mujer pedía entonces a los automovilistas que pararan y luego se desvanecía.
Se aseguraba que una joven y atractiva mujer rubia, vestida con un largo abrigo de piel blanco, hacía así dedo a los automovilistas por las noches en Avenida Kennedy, entre Américo Vespucio y Gerónimo de Alderete.
Por lo general, se acercaba a los vehículos ocupados por matrimonios y les pedía que la llevaran entonces a un supermercado cercano y cuando accedían, se subía al asiento posterior.
Una vez en el interior y cuando el conductor comenzaba a acelerar, les decía así con una suave voz: «Por favor, no corra, que me asusto. Más despacio, más despacio, ah, ah nooo!» y luego se desvanecía, sin que se hubiera detenido el auto ni abierto sus puertas pues varios de ellos eran de sólo dos puertas.
Muchos aseguraron haberla visto y otros juraron que la habían llevado, pero incluso así algunos dejaron constancia del hecho en la Comisaría de las Tranqueras y dos taxistas llamados Miguel Castañer y Carlos Sanhueza concedieron entrevistas en las que revelaban los detalles de su encuentro sobrenatural.
La explicación también se expandió como rumor: un año antes, una mujer, al volver de una comida con su novio, habría muerto en un accidente automovilístico en las esquinas de Avenida Kennedy y Gerónimo de Alderete.
El diario La Segunda afirmó entonces que un familiar de ella se había comunicado con el diario para así ratificar la veracidad de los hechos y se dieron datos más precisos: era una mujer llamada Marta Infante, que trabajaba en la Corporación de la Madera y que murió el 8 de agosto de 1978.
Fuente: https://creepypasta.fandom.com/es/wiki/La_rubia_de_Kennedy