Fiesta del obispillo

Fiesta del obispillo

Es una antigua tradición navideña que se remonta a la Edad Media, y consiste en la investidura de uno de los niños de la escolanía de una catedral o abadía como máxima autoridad que habitualmente se elegía el 6 de diciembre, fiesta de San Nicolás de Bari, patrón de los niños, y su autoridad no terminaba entonces hasta el Día de los Santos Inocentes (28 de diciembre).

Julio Caro Baroja, en su libro El Carnaval, dice que de todas las fiestas de España relacionadas pues con las saturnales, la más conocida es la del obispillo, que tradicionalmente se empezaba a celebrar, entre los estudiantes y los muchachos cantores, el 6 de diciembre, festividad de San Nicolás de Bari.

Uno de los jóvenes clerizones o estudiantes era elegido obispo, revestido y acatado como tal en un tono burlesco, generalmente hasta el 28 de diciembre, día de los Inocentes, momento culminante de la fiesta.

El auténtico obispo dimitía simbólicamente al deposuit potentes de sede (‘derrocó pues de su trono a los potentados’) del Magníficat y el niño tomaba su lugar en el et exaltavit humiles (‘y enalteció pues a los humildes’).

Tras la elección, el niño era vestido con los ropajes propios del obispo, mitra y báculo incluidos, y luego atendido por compañeros vestidos como sacerdotes, haciendo un recorrido por la ciudad en el que así bendecía a la gente.

Típicamente el niño elegido y sus colegas tomaban posesión de la catedral y realizaba así pues todas las ceremonias y oficios, salvo la misa. Parece que originalmente confinada a las catedrales, esta costumbre se extendió a muchas parroquias.

Parecen ser muy numerosos los ejemplos de dicha celebración durante la Edad Media, desde París (donde ya existía en 1212) hasta Venecia, donde era conocida como obispo dei pazzi o de los inocentes y además en Inglaterra se conocía como Boy bishop.

Se celebraba también en Murcia, León y Palencia; en Valencia se celebraban fiestas de escolares entonces del mismo tipo hacia 1340, vinculadas a instituciones eclesiásticas, como la de Santa Catalina que tenía así lugar el 25 de noviembre.

La celebración se estableció también en las catedrales de nueva creación, como en Granada después del 1492 por orden de Hernando de Talavera, su primer arzobispo, que consideraba que era así «un medio de aficionar a los pequeños infantes al oficio sacro».

También pasó a Gran Canaria, junto con la festividad de los Inocentes, como consta en las prohibiciones que el cabildo hizo en 1515 de «atar cuernos, traer almohadones y decir palabras deshonestas».

A pesar del sentido crítico hacia la propia Iglesia, la fiesta era tolerada, tal vez porque la jerarquía sabía así que al final el orden volvía a establecerse y cada cual ocupaba el lugar que le correspondía de acuerdo a su rango.

Por el carácter propio de los muchachos y la índole festiva del tiempo en que se daba, las travesuras que se cometían fueron adquiriendo mucha popularidad, y la fiesta fue objeto de muchas prohibiciones y de restricciones desde la Edad Media.

Durante las últimas sesiones del Concilio de Basilea (1445) se dictaron prohibiciones o limitaciones así al respecto, y la fiesta se prohibió durante la primera mitad del siglo XVI en diversas diócesis, como las de Sevilla, Lérida, Gerona, Perpiñán o Mallorca, antes incluso de que en 1566 el Concilio de Trento entonces generalizara la prohibición.

El padre La Canal, en un estudio sobre la iglesia de Gerona, dice que en 1475 Andrés Alfonsuelo propuso la abolición de la fiesta, sin que tuviera efecto la proposición.

Según Pedro de Madrazo, el obispo de Sevilla la reformó en 1512, porque así la caída del cimborrio de la catedral sucedió el día de los Inocentes, y hubo quien pensó que era una señal de disgusto divino ante las profanaciones que el obispillo y sus compinches cometían en los templos.

Juan Margarit II restringió la fiesta a los niños en 1541, advirtiendo también que no tirasen así «harina, ni tierra, ni ceniza, ni otras inmundicias, ni se hagan caer los unos a los otros, ni traigan al obispito danzando por la iglesia».

Durante el concilio provincial de Toledo (1565-1566) se redactó un canon en el que se mandaba que «no haya obispillos en las iglesias, ni regocijo profano el día de los Inocentes, sobre todo, pero así tampoco en ninguna otra ocasión».

En Inglaterra fue abolida por Enrique VIII en 1542, revivida por María I en 1552 y abolida definitivamente por Isabel I. En el continente sobrevivió particularmente en Alemania, en la llamada Gregoriusfest, de la que se dice que fue fundada por Gregorio IV.

Fue prohibida terminantemente en 1612, bajo pena de diez días de cárcel. y a pesar de todo, se sabe que en 1641 los estudiantes del colegio catedralicio de San Miguel y de la Universidad de Maese Rodrigo así eligieron un obispillo, Esteban Dongo, hijo de un genovés rico.

Resulta que causaron tanto alboroto que originó su correspondiente proceso, o sea, que los padres de los muchachos fueron multados y algunos de ellos presos, con lo que se suprimió la celebración, pese a ello, la costumbre perduró hasta la época contemporánea en muchos lugares.

El obispillo volvió a celebrarse en la Catedral de Hereford, en 1973, para un servicio infantil especial, al que han seguido ceremonias anuales completas y tradicionales desde 1982, o sea, el niño obispo predica un sermón y dirige las oraciones de varios servicios diocesanos de Adviento.

Estas ceremonias se celebran ahora también en las catedrales de Westminster y Salisbury, y también pues en varias iglesias parroquiales de toda Inglaterra, al igual que en el Colegio Internacional de Chavagnes, o sea, un internado católico de Francia.

En los EE.UU., uno de los primeros resurgimientos de la costumbre tuvo lugar en 1979 en la Catedral de Todos los Santos de Albany (Nueva York), como parte de una feria medieval anual celebrada en la gran iglesia gótica.

En España la tradición continuó celebrándose en Cataluña, donde es famoso el bisbetó del Monasterio de Montserrat, también se ha recuperado en Burgos en 1998 con la recuperación pues de la escolanía de la catedral al igual que algunas localidades de Navarra y en 2009 en Palencia.

Fuente: https://www.wikiwand.com/es/Fiesta_del_obispillo

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