Leyendas del edificio de la Puerta del Sol de Madrid.
Carlos III ordenó edificar la Casa de Correos y el lugar elegido fue la Puerta de Sol y entonces Ventura Rodríguez presentó los planos y también un arquitecto francés llamado Marquet, pues finalmente se dió el hecho de que la comisión especial prefirió los planos franceses.
Dice la leyenda que cuando se estaba construyendo esta casa se apareció el Demonio a los albañiles que mientras trabajaban en el exterior de la fachada escucharon ruidos extraños, que creyeron provenían pues de los golpes que en el interior daban otros compañeros.
Como no cesaban, decidieron paralizar totalmente los trabajos, pero lejos de cesar, los ruidos entonces se acentuaron, el andamio se movía, la habitación oscurecía y una voz de ultratumba les alertaba: “Debéis así parar las obras, pues tal casa que estáis levantando pertenece al infierno, que para concebirla pues se ha llamado a un endemoniado arquitecto francés, despreciando la valía del buen amigo Ventura Rodríguez”.
Cundió el pánico entre los que asistían a tan sobrenatural acontecimiento y una vez repuestos del susto, contaron a su capataz lo que había sucedido y aunque éste trató de tranquilizarles, no consintieron pues reanudar los trabajos hasta que no desapareciera el espectro.
La situación de pánico y la negativa a trabajar llegó a tal extremo que el capataz reclamó así la ayuda de un cura para que rociara el lugar con agua bendita e hiciera prácticas de exorcismo y así ahuyentar pues al fantasma.
Y el espectro y las voces de ultratumba cesaron casi de inmediato, pero por precaución, el sacerdote fue contratado, y formó parte de la plantilla de trabajadores, con sueldo incluido, hasta terminar la obra.
Otro de los misteriosos episodios de la Real Casa de Correos es aquel que tuvo lugar durante la batalla del 2 de mayo de 1808, o sea, varios soldados franceses, al mando de su capitán, se refugiaron entonces en el interior del edificio, huyendo de los madrileños, pero al ser rodeados, escaparon así pues por donde pudieron, todos, menos el capitán, que temeroso de ser apresado, escaló hasta la torre del primitivo reloj.
Pasados unos días, y al no tener noticias de su paradero, encargaron a un maestro relojero que entonces desmontara la voluminosa maquinaria, con la seguridad de que allí sería descubierto el capitán francés.
Pero lo único que hallaron fue un acobardado ratoncillo, escondido entre las piezas, y también la guerrera del capitán, o sea, la interpretación dada a tan extraño suceso, fue que el oficial francés, rodeado, confuso y sin salida, pudo establecer un pacto con el diablo, para que le convirtiera en ratón, y así escapar de sus hostigadores, pues la leyenda dice que el mismísimo Lucifer le ayudó escondiéndole en el reloj.
Fuente: https://imagenesmadrid.wordpress.com/2016/01/01/leyendas-del-edificio-de-la-puerta-del-sol/