La difunta del convento de Santa Clara
Una mujer de la nobleza recibió la visita de la Parca y entonces se puso en marcha todo el velatorio que acompañaba pues la muerte de los ricos.
La difunta fue velada en la iglesia de Santa Clara hasta que llegó la noche, o sea, cuando tiene lugar así la hora de la pavorosa soledad y el momento en el que el templo comenzó a vaciarse de amigos y familiares pues tras ello, algunos se quedaron en el velatorio, pero acabaron dormidos en los bancos.
Pero no todos dormían, o sea, la mujer iba a ser enterrada con una valiosa sortija que le tenía pues gran estima y había uno de los presentes que estaba despierto, mientras los demás dormían pues entonces se acercó al cadáver dispuesto a apoderarse del anillo.
En este momento, tiró con fuerza de la sortija pero esta, debido a la natural hinchazón del cadáver, resulta que no cedió, y entonces osó arrancársela con sus dientes.
En ese preciso instante, la muerta despertó de su sueño eterno, y ante el grito que propinó, despertó así a los familiares y amigos que la velaban los cuales salieron corriendo del lugar y mientras que así la persona que intentó quitarle la sortija se llevó un gran susto muriendo en el acto al ver que la mujer estaba viva y fue trasladada a su casa, se curó y vivió muchos años.
Fuente: https://elenvesdelatrama.blogspot.com/2014/01/el-monasterio-de-santa-clara-y-una.html