La leyenda del fantasma de la Torre Nueva de Zaragoza
Ubicada en la actual plaza de San Felipe fue el gran edificio de la ciudad durante el siglo XV y hoy en día hay una escultura de un joven sentado en dicha plaza que aparece mirando al hueco donde antes estaba la Torre Nueva de Zaragoza.
Era la torre mudéjar más famosa de la ciudad de Zaragoza, pues albergaba un reloj público, después, se le integraron las campanas y como cada vez se estaba inclinando más finalmente decidieron derribarla pues en 1892.
En 1.504 se decidió erigir una torre que albergara un gran reloj y un campanario para que así todos los ciudadanos pudieran saber el horario oficial, o sea, que el rey Fernando el Católico dio su beneplácito al proyecto, el cual fue encargado al arquitecto Gabriel Gombao.
El lugar elegido para izar la torre fue la plaza de San Felipe donde se construyó en tan solo quince meses y se cree que una de las causas de la inclinación, que según los expertos era de casi tres metros, es que no se dejó secar el tiempo suficiente los cimientos provocando que uno de los lados fraguara.
Esta edificación fue considerada monstruosa en la época en la que se levantó, pero, con el tiempo, resulta que también fue calificado como una de las más bellas torres mudéjares de la ciudad, o sea, fabricada con ladrillo cara vista sentado con aljez poseía cuatro alturas y una base octogonal, pues en un principio, así la planta tenía forma de estrella, pero fue reforzada por miedo a que se cayera.
El 27 de diciembre de 1846, tras unos días de fuerte viento y hielos, sobrevino pues en la ciudad un fuerte temporal que produjo importantes desprendimientos de ladrillos y escombros.
Como consecuencia de ello, añadido al clima de la zona y la falta de un mantenimiento adecuado, fruto de la época, se encargó de dejar bastante maltrecha la edificación, o sea, se fue creando, entre los vecinos próximos a la torre, un franco temor ante el riesgo de que pudiera desmoronarse, derivando en peticiones de derribo.
El arquitecto municipal José de Yarza y Miñana, en 1860, llevó a cabo una intervención de refuerzo en el tramo inferior de la torre, trabajando en el interior y exterior de la misma, pero estos refuerzos no dieron con la solución al problema, o sea, que finalmente así el 12 de febrero de 1892 el Ayuntamiento acordó el derribo de la torre.
En torno a esta torre han surgido numerosas historias y leyendas, pues una de ellas habla de la presencia de un duende o un fantasma que se dedicaba a atrasar las horas del reloj y hacer tañer así las campanas a deshora.
Algunos consideraban que el espíritu que rondaba por el campanario era el del Tío Candiola, o sea, el de un ciudadano que ayudó a las tropas francesas a entrar en la ciudad por túneles subterráneos, pero así, también se ha asociado estos fenómenos paranormales con otras almas atormentadas tales como fue la de los asesinos de Pedro Arbués.
Otra de las suposiciones está en relación con la inclinación de la Torre Nueva, o sea, ésta se podría deber a que el edificio cumplía la función de un reloj solar y una de las pruebas que corroboraría esta teoría es que su posición ladeada en la plaza buscaba el movimiento del sol para la proyección de su sombra en el suelo.
En la actualidad, los adoquines del pavimento de la plaza de San Felipe dibujan claramente así la base de este monumento y además, en la fachada de unas viviendas se puede contemplar un mural que recuerda el majestuoso edificio.
Ubicada en la actual plaza de San Felipe fue el gran edificio de la ciudad durante el siglo XV y hoy en día hay una escultura de un joven sentado en dicha plaza que aparece mirando al hueco donde antes estaba la Torre Nueva de Zaragoza.
En este mismo emplazamiento se encuentra la escultura de un joven sentado en dicha plaza que aparece mirando al hueco donde antes estaba la Torre Nueva de Zaragoza y en 1.896 una de las campanas de esta Torre Nueva se trasladó en una de los campanarios del Pilar.
Por otro lado, Casa Montal acoge un pequeño museo dedicado a la memoria de esta construcción donde se conservan la maquina y la esfera del gran reloj.
Fuente: https://www.viajaycome.es/la-torre-nueva/