El SS Baychimo: El barco fantasma insumergible

El SS Baychimo: El barco fantasma insumergible

El SS Baychimo fue botado en 1914, originalmente como Ångermanelfven, en honor de uno de los ríos más largos de Suecia, el Ångerman siendo diseñado y construido por los constructores navales suecos Lindholmens para la empresa alemana » Baltische Reederei GmbH» con sede en Hamburgo.

El buque era un carguero de 1322 toneladas y tenía un casco de acero de 70 metros de largo siendo así propulsado por una máquina de vapor de triple expansión, e incluso iba equipado con aparejos de goleta.

El Ångermanelfven fue utilizado como buque comercial por sus propietarios alemanes en el Mar Báltico, navegando entre Hamburgo y Suecia hasta que comenzó la Primera Guerra Mundial.

Finalizada la I Guerra Mundial, fue cedido al gobierno británico como parte de las indemnizaciones de guerra que se impusieron a Alemania en el Tratado de Versalles tras la Gran Guerra.

En 1921, los ingleses lo vendieron a la empresa estadounidense «Hudson´s Bay Company» que entonces lo renombró Baychimo, pues con base en Ardrossan, Escocia, el Baychimo hizo viajes de rutina a través del Atlántico Norte entre su puerto base y Canadá visitando puestos comerciales y recolectando pieles.

En 1923, el Baychimo fue asignado a una ruta diferente, esta vez en el Ártico occidental, viajando entre Vancouver y los puestos de la Compañía de la Bahía de Hudson a lo largo de la costa norte de Yukón y los Territorios del Noroeste.

Además de transportar carga, el Baychimo llevaba ocasionalmente pasajeros, pero como no tenía permiso legal para transportar personas, estos viajeros oceánicos figuraban como parte de la tripulación y debían trabajar en el barco a cambio de una habitación y un viaje de regreso a casa.

A fines de septiembre de 1931, en su camino de regreso a Vancouver, el Baychimo se topó entonces con una ventisca sorpresa cerca de Point Barrow en la costa norte de Alaska, donde quedó atrapado en un bloque de hielo.

Como consecuencia de ello, la tripulación decidió dejar el barco y establecer un campamento cerca de la ciudad de Barrow, a poco más de media milla de distancia.

Al volver, se encontraron con que la nave se había liberado, iniciando una primera tentativa de rescate, pues el 8 de Octubre se volvió a quedar bloquedo por el hielo y el 15 de Octubre la compañía Hudson decidió enviar dos avionetas para a parte de la tripulación.

Veintidós marineros fueron rescatados mientras que otros 15 y el capitán, decidieron quedarse junto al barco en una cabaña de madera que construyeron con las expectativas de que el hielo cediese.

El 24 de noviembre golpeó una poderosa tormenta de nieve y, cuando se despejó, los hombres vieron que el Baychimo ya no estaba, o sea, el capitán y la tripulación asumieron que el barco se había hundido, pero pronto recibieron la noticia de que un cazador inuk había visto a el Baychimo aproximadamente a 72 km al sur de su campamento.

Los tripulantes rastrearon el barco, pero decidieron que era poco probable que sobreviviera al invierno, sacaron las pieles más valiosas de la bodega y abandonaron el barco por última vez.

El capitán Cornwell y el resto de la tripulación volaron de regreso a Vancouver y la compañía canceló el buque y la carga insignificante que dio como pérdida. Poco después, la Baychimo fue avistada a unos 480 km al este de donde fue vista por última vez. Al año siguiente, se le volvió a ver flotando cerca de las costas de Alaska. En las décadas siguientes, numerosas personas avistaron el Baychimo por todo el Ártico tranquilamente a la deriva en las gélidas aguas.

En Agosto de 1932 fue abordado por primera vez como barco fantasma, en frente de Wainwright, o sea, un pueblo al sur de Barrow pues al parecer las corrientes marinas lo estaban empujando en esta dirección y subieron 20 personas.

En Marzo de 1933 un grupo de esquimales se topó con la nave, decidieron subir a inspeccionarla y luego se vieron obligados a refugiarse en su interior durante 10 días al desatarse una descomunal tormenta de nieve.

En Agosto del mismo año lo visitó la tripulación del Miss Hutchinson que informaron a la compañía Hudson pero la empresa decidió que no les era rentable intentar salvarlo.

En 1934 fue abordado por unos exploradores que viajaban en el velero “Trader” y en 1939 otra vez, por el capitán Hugh Polson que quiso rescatar la nave pero tuvo que abortar la tentativa a causa del estado del hielo, o sea, esta es la última visita documentada que recibió.

En Marzo de 1962 otro grupo de inuits lo avistaron a la deriva por el Mar de Beaufort, o sea, al noroeste de Barrow, por lo que al parecer, ahora las corrientes lo habían arrastrado hacia el norte.

En 1969, 38 años después de ser abandonado, fue encontrado atrapado en una bolsa de hielo en el mar de Beaufort entre Point Barrow y Icy Cape, frente a la costa noroeste de Alaska, o sea, ese fue el último avistamiento registrado del Baychimo.

Casi cuatro décadas después, en 2006, el gobierno de Alaska comenzó a trabajar en un proyecto para encontrar al Baychimo, así como aproximadamente 4.000 barcos que habían desaparecido a lo largo de la costa de Alaska pero la búsqueda no arrojó nada.

Suponiendo que el Baychimo se hubiera hundido poco después de su último avistamiento, todavía lo convierte en uno de los barcos fantasma de vela más longevos del mundo y es más que probable que el barco fantasma que alguna vez fuera insumergible ahora se encuentre en algún lugar del frío y fangoso fondo del Océano Ártico.

Fuente: https://www.vistaalmar.es/ciencia-tecnologia/barcos/9727-ss-baychimo-barco-fantasma-insumergible.html

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.