Narciso Monturiol

Narciso Monturiol

Narcís Monturiol (Figueras, 28 de septiembre de 1819 – San Martín de Provensals, 6 de septiembre de 1885), fue un ingeniero, intelectual, político, pintor e inventor español.

El resultado de sus pruebas se recoge en su obra póstuma, Ensayo sobre el arte de navegar por debajo del agua, editado en 1891 y es reconocido, junto con Cosme García Sáez, Isaac Peral y Antonio Sanjurjo, uno de los pioneros de la navegación submarina mundial.​

Nació en el seno de una familia de artesanos y una vez terminados los estudios secundarios de filosofía en Cervera en 1838 se trasladó a Barcelona para estudiar derecho en la Universidad de Barcelona, donde se licenció en 1845 y luego, en 1846 se casó con su esposa Emilia Mata con la que tuvo ocho hijos.

En 1858, una vez conseguidos los primeros fondos, presentó pues su proyecto en un opúsculo titulado El Ictíneo o barco-pez y entonces recibió el nombre de Ictíneo I siendo botado en el puerto de Barcelona el 28 de junio de 1859.

​Con todo ello Monturiol ya había realizado casi 60 inmersiones de prueba, pero fue el 23 de septiembre de 1859 en Barcelona, cuando lo presentó al público ante una gran expectación de las autoridades civiles, militares y la ciudadanía de Barcelona.

El Ictineo I

La demostración tuvo una duración de 2 horas y 20 minutos, navegando por el puerto en inmersión hasta una profundidad de 20 metros y completamente aislado de la atmosfera exterior, cosa que en esa época extrañó mucho al público que lo observaba.

El 7 de marzo de 1861 realizaría la misma prueba de navegación en Alicante, con las autoridades estatales presentes como el ministro de Marina Juan de Zavala o el de Fomento Antonio Cánovas del Castillo y con ello, en esta ocasión en Alicante Monturiol intentó captar la atención del gobierno español para así lograr financiación para el nuevo submarino en el que ya estaba trabajando.

Aún habiendo demostrado las capacidades del Ictíneo I, el éxito de la demostraciones fue parcial, por un lado despertó la curiosidad de la opinión pública pero por otro se consideró al submarino poco útil.

Un caso similar al sucedido con el submarino del inventor Robert Fulton, en donde tanto el Almirantazgo británico como la Marina de guerra francesa consideraron que “el submarino era un medio entonces poco honorable de hacer la guerra”.

A pesar de ello Narciso Monturiol no cejó en su empeño de mejorar su invento, y por medio de una carta solicitando colaboración popular en la prensa, pretendía conseguir el dinero suficiente para poder luego desarrollar un modelo nuevo de submarino. Sorprendentemente consiguió recaudar 300.000 pesetas de la época y con ellas fundó la empresa “La Navegación Submarina”.

La intención de esta nueva empresa era la de desarrollar un submarino más avanzado y grande que el Ictíneo I, para la explotación industrial del fondo marino y la investigación científica con fines pacíficos como objetivo principal y obviamente sin descartar el uso militar con algunas variaciones en su diseño.

Para la construcción y el desarrollo de este segundo submarino Monturiol contó entonces con la ayuda del arquitecto naval Juan Monjo y el ingeniero industrial José Pascual, responsable del diseño del sistema de propulsión.

El Ictineo II

El nuevo submarino se lo bautizó a Ictíneo II y fue botado en Barcelona el 2 de octubre de 1864, el cual desplazaba 46 toneladas, sus dimensiones de 14 metros de eslora, por 2 metros de manga y 3 metros de calado.

Disponía de una innovación tecnológica en materia de propulsión que no se utilizaría entonces a pleno rendimiento hasta prácticamente 80 años más tarde.

El Ictíneo II era propulsado por una maquina a vapor que no utilizaba los combustibles clásicos como era el petróleo o carbón, si no que el combustible empleado era una combinación de magnesio, peróxido, zinc y cloruro de potasio que combinados reaccionaban generando calor para la producción de vapor, o sea, de la combustión de estos químicos se obtenía el oxigeno, útil para la respiración de la tripulación y la iluminación.

Por lo tanto, Monturiol y su equipo inventaron la propulsión anaeróbica, completamente independiente del aire del exterior y esta máquina de vapor le daba al Ictíneo II hasta 4,5 nudos de velocidad.

Las exhibiciones y pruebas del submarino fueron todo un éxito, mas no lo fue tanto la compañía de “La Navegación Submarina” que quebró en 1867, o sea, ante la falta de dinero y de apoyos resulta que al final Monturiol abandonó el proyecto del Ictíneo para siempre.

A partir de 1868 Narciso Monturiol volvió a la actividad política, y también a la de inventor pues sus dos submarinos no tuvieron mejor destino, o sea, el Ictíneo I resultó destruido al ser arrollado así por un barco mercante estando atracado en puerto mientras se encontraba en estado de abandono, mientras que en el caso del Ictíneo II Monturiol ordenó desguazarlo.

Parecía que la mala suerte lo perseguía, murió arruinado en 1885 y pese a ello, nos quedan así los escritos editados durante su desarrollo,​ y su póstumo Ensayo sobre el arte de navegar por debajo del agua.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_Monturiol

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