leyenda del Golem de Praga

leyenda del Golem de Praga

El Golem es una figura antropomórfica, típica de la tradición judía y medieval pues es sin duda una de las leyendas más conocidas y fascinantes de la capital checa.

En el siglo XVI en Praga la comunidad judía fue víctima de continuas violencias y abusos de todo tipo, a pesar del reinado de Rodolfo II, un gobernante ilustrado y gran protector de esta comunidad, y, así, pues cuenta la leyenda que, en 1580, el rabino Loew, precisamente para defender a su pueblo, fabricó entonces un Golem, en realidad más de uno, que solo habría obedecido sus órdenes.

En cuanto al creador del Golem, no hay pruebas certeras de que el rabino más importante de la historia de la comunidad judía de Praga, Loew, fuera un amante del esoterismo y el misticismo y, por tanto, pues el único a quien sería posible atribuir la paternidad.

Además, esta misteriosa figura fue reportada por primera vez en 1841 en las páginas de la llamada revista “Panorama des Universums”, donde el periodista Franz Klutschak habló sobre ella y que nunca negó que su artículo fue el resultado de fantasías, inspirado en otras leyendas pues de origen alemán.

Volviendo a la tradición de Praga, el Golem fue creado en el ático de la Sinagoga Vieja – Nueva (Staronova), donde el rabino habría moldeado sus Golems con el barro del Moldava, combinando así los cuatro elementos: fuego y agua, que estaban representados por los asistentes de Loew, aire, representado por el propio rabino, y tierra, hecha de terracota.

Para despertar a sus criaturas, que con el paso del tiempo crecieron, el rabino, en sus frentes, escribió la palabra “emet” (verdad); mientras que en los frentes de los que se habían vuelto demasiado grandes y ya no se podían usar, escribió la palabra “reunidos” (muertos) y, así, se deshizo de ello.

El Golem no tenía la capacidad de hablar y, para mantenerse a raya, Loew tuvo que insertar una tablilla de madera en su boca que, según la leyenda, contenía la palabra de Dios.

En una ocasión, sin embargo, el rabino se había olvidado y, entonces, el Golem, privado de la palabra de Dios, comenzó a destruir todo lo que encontraba en la judería, volviéndose incontrolable.

Todo esto sucedió mientras Loew estaba en la sinagoga y entonaba el Salmo 92 y, en ese momento, el rabino se vio obligado a “extinguir” la vida de este Golem, que fue el último creado por el rabino.

De esta leyenda, que decretó el fin de los Golems, surge una tradición que se ha mantenido en el tiempo, vinculada al Salmo 92.

Después de haber “apagado” el Golem, el rabino, que había interrumpido la celebración del salmo, había regresado a la sinagoga para reanudarlo y esto hizo que la sinagoga de la judería de Praga se convirtiera en la única del mundo donde este salmo se repite dos veces.

Por último, y de acuerdo a la leyenda, los restos del Golem de Praga están guardados en un ataúd en el ático de la sinagoga Altneuschul del barrio judío de Josefov.

Fuente: https://praga.org/es/golem-de-praga/

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