El Mechudo y la Perla del Diablo

El Mechudo y la Perla del Diablo

Se dice que alrededor del año de 1897 se llevaba a cabo el cultivo de perlas por parte de los Yaquis del estado de Sonora y no se les permitía utilizar ningún tipo de instrumento para defenderse como cuchillos o utensilios de ese tipo, por lo que solo utilizaban un palo con punta para defenderse entonces de los depredadores marinos y otros dicen que fueron enviados por españoles para realizar la captura de estas perlas y lograr fines económicos con ellas.

La mayoría dice que lo Yaquis eran libres de efectuar esta actividad, a fin de cuentas en cualquiera de los casos, los buzos no tenían ningún tipo de traje como ahora los conocemos, ellos utilizaban así su propio cuerpo y con ayuda de una pedazo de madera con punta es que se defendían de los animales marinos.

La costumbre que tenían los buzos, era que cuando terminaban de pescar la última concha entonces con sus hermosas perlas eran ofrecidas a la Virgen como agradecimiento por la buena pesca del día, pues así este ofrecimiento se fue haciendo cada día más frecuente y de cierta forma tan riguroso que así nadie se atrevía a omitirlo, siempre decían que iban por las perlas de la virgen, lo que quería decir que ya iban así a terminar la jornada del día.

Un día, uno de los buzos, que algunos dicen que era hijo de españoles, por querer hacerse el valiente y el sobresalir entre los demás, mencionó que él iba a bajar a buscar la perla del diablo o para regalársela al diablo.

Sus compañeros lo esperaron y esperaron, pero cuál fue la sorpresa que éste buzo blasfemo nunca más regreso a la superficie, por lo que los otros buzos que lo esperaban, al darse cuenta de esto, resulta que lo consideraron un castigo por sus palabras y salieron huyendo del lugar aterrorizados a contarlo a los demás lugareños.

Cuenta la leyenda que aquel desdichado fue visto, tiempo después, por otros buzos que bajaban al mar a conseguir más perlas; pero, que todos huían de las profundidades cuando se lo encontraban mientras así aún buscaba la perla del diablo, caminando así sobre las arenas debajo del mar con unas melenas largas como mechas que flotaban sobre el agua.

Además, las personas que han pasado por la Punta Mechudo de diversas embarcaciones cuentan que de repente emerge de entre el mar un individuo de larguísima melena y que al tratar de identificarlo y tratar de acercase a él, se vuelve a sumergir en el mar.

Todavía en la actualidad este lugar inspira a la gente cierto temor debido a la Leyenda del Mechudo, ya que aunado a esto parece que la naturaleza se pone en favor de la leyenda llenando a Punta Mechudo de una frecuente neblina y rocas tan impresionantes que al voltear tu mirada hacia ellas te invade así la serenidad del lugar y a la vez retumba en tu pecho el choque del mar.

Punta Mechudo, provoca un ambiente tenebroso, sobre todo para aquellos que tienen que pasar por el lugar antes de salir el sol para navegar por las pesadas aguas del lugar.

Fuente: http://sudcalifornios.com/item/mitos-cuentos-y-leyendas-sudcalifornias-el-mechudo-y-la-perla-del-diablo

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