Las siete tragedias de Sófocles

Las siete tragedias de Sófocles

En la Antigua Grecia, la tragedia supuso la introducción de un género teatral que, con el paso del tiempo, pasaría a ser el más aclamado por la sociedad y ganaría un notable trasfondo e importancia como parte de la cultura de su tiempo.

Resulta que ofrecía, por primera vez, una imagen física de los personajes y criaturas mitológicas donde les dotaba de trasfondo psicológico y desarrollo moral dentro del argumento de la obra y es por esta razón por la que la tragedia ocupa un lugar tan destacado en la historia del teatro griego.

En el siglo V a.C. empezaron a ganar relevancia varios tragediógrafos, como Aristarco de Tegea, Euforión (hijo de Esquilo), Nicómaco de Gerasa, Nefrón (autor de Medea) o Diógenes de Sinope.

La mayoría fueron nombrados en la Suda, una gran enciclopedia bizantina escrita en griego por parte de los mayores eruditos bizantinos. Sin embargo, los tres autores clásicos que representan así el género de la tragedia griega son Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Sófocles (496 – 406 a.C.) nació en Colono (Atenas), en el seno de una familia adinerada de comerciantes y desde joven se interesó por la poesía, el arte, el deporte y la música, pues fue elegido director del coro de niños para entonar el canto de la victoria griega en la batalla de Salamina contra los persas.

A los 28 años, ganó a su colega Esquilo en el Festival Dramático, cuando su carrera despegó y después, ocuparía varios cargos políticos y se haría íntimo amigo de Pericles durante su gobierno.

Sus obras redujeron notablemente la relevancia del coro al introducir un tercer personaje en escena y dio mucha importancia al destino dramático de sus protagonistas, que debían enfrentar con ética y justicia la que fuera voluntad de los dioses.

Sófocles escribió más de cien obras, caracterizadas por su clásico vigor dramático, complejas tramas, con personajes atormentados por tener que escoger entre la ética y la tentación y el destino marcado por los dioses. De todas ellas, sólo se conserva un drama satírico, Los Sabuesos, y siete tragedias:

Áyax (450 a.C.)

Áyax tiene como protagonista al héroe de la mitología griega Áyax el Grande, que debe enfrentar así su destino tras los acontecimientos narrados en la Ilíada de Homero, en la guerra de Troya.

Áyax, furioso porque la armadura de Aquiles había sido otorgada a Odiseo y no a él, jura matar a los jefes griegos que le habían deshonrado y para evitar un acto del que se arrepentiría, Atenea engaña a Áyax y le hace creer que los jefes son unas reses que pastaban.

Sacrificó y torturó a algunas, pero al darse cuenta del engaño, se autocompadece de su ignorancia y tras ello abandona a su familia con la excusa de querer purificarse.

Ese mismo día, un mensajero vaticina la muerte de Áyax pero, cuando corren a buscarlo, resulta así que el héroe ya se había quitado la vida saltando sobre su espada, que había pues enterrado verticalmente en la tierra.

Los jefes griegos discuten sobre qué hacer con el cadáver de Áyax y Odiseo, psese a haber sido su rival, les convence para enterrarle con honores afirmando que hasta los enemigos merecen ser despedidos con nobleza. Aún así, por respeto a Áyax, Odiseo no acude al funeral.

Antígona (441 a.C.)

Antígona nace como una continuación a la tragedia de Esquilo, Los siete contra Tebas, y hoy en día se trata de uno de los clásicos más estudiados por su trama, personajes y enseñanza. Los temas que se enfrentan en la obra son el deber familiar (amor y normas religiosas) y el deber social (acatamiento de la Ley).

Polinices y Eteocles, hijos del rey Edipo de Tebas, acordaron turnarse el trono cada año, pero tras pasar el primero, Eteocles se negó a ceder y pelearon hasta matarse.

Su tío Creonte llega al trono y prohíbe celebrar ritos fúnebres sobre el cuerpo de Polinices al tacharle de culpable, o sea, Antígona, hija de Edipo, pide ayuda a su hermana Ismene para hacerlo de todas formas por la memoria de su difunto hermano, pero esta se niega por miedo a las consecuencias.

Como consecuencia de ello, cuando Creonte descubre la traición de Antígona al haber enterrado así a su hermano y haber desobedecido sus órdenes, la condena a muerte.

Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona, suplica su perdón sin éxito, pues mientras, el adivino Tiresias advierte a Creonte del enfado de los dioses ante la injusticia de Polinices y asegura que las aves y los perros dejan trozos de la carne del cadáver en los templos como reivindicación.

Después, le vaticina la pronta muerte, o sea, Creonte, asustado, corre a enterrar a Polinices según pues la norma religiosa y acude a liberar a Antígona. Sin embargo, era tarde, pues Creonte encuentra su cadaver ahorcado y a su hijo muerto y abrazado a su amada.

Al volver a palacio con su hijo muerto en los brazos, Creonte es informado de que su esposa Eurídice así también se ha suicidado al conocer las noticias y al final, el coro hace un llamamiento para actuar siempre con prudencia y respetar las leyes divinas.

Edipo Rey (430 a. C.)

Sófocles no siguió un orden estricto entre los argumentos de sus obras, pero el orden cronológico de las historias colocaría a Edipo Rey seguida de Edipo en Colono y cerraría con Antígona. 

Esta tragedia comienza directamente en el momento de esplendor de Edipo, ya como rey de Tebas, y así suprime la parte del mito en la que se cumple la profecía del oráculo por la cual mataría a su padre y se casaría con su madre. 

Una epidemia de peste se cierne sobre Tebas y Creonte advierte a Edipo que el oráculo de Delfos le había informado de que era un castigo de los dioses por el asesinato del antiguo rey Layo.

Yocasta, su esposa y madre, le hace saber que Layo murió a manos de unos bandidos y que no temiera las palabras del oráculo que le señalaban como culpable, pues una vez le predijo a ella que tendría un hijo con Layo que acabaría siendo su esposo y no se cumplió (esto, por supuesto, era falso).

Pese a esta advertencia, Edipo recordó, entonces, la profecía de su juventud y empezó a pensar realmente si hubo matado a Layo como dictaba el oráculo.

Un mensajero aparece para anunciar que Pólibo, supuesto padre de Edipo, ha muerto y que este debe ocupar el trono, pero Edipo descubre que no es hijo de sangre de Pólibo, ya que el mensajero explica que lo recibió de un pastor cuando era niño y lo entregó al rey de Corinto.

Se sabe, al fin, que Edipo es hijo de Layo y de Yocasta y esta se suicida al no soportar la terrible verdad, o sea, Edipo Rey, desesperado, se arranca los ojos con el broche del vestido de Yocasta y, ciego, le pide a Creonte que le exilie para auto condenarse a vivir como extranjero sin poder, afecto ni compañía durante el resto de su trágica vida.

Las Traquinias (415 a.C.)

Las traquinias es una tragedia también conocida con el nombre de Traquis o mujeres de Traquinia, una ciudad de la región de Tesalia al oeste del paso de las termópilas.

En esta obra se relata el ocaso del matrimonio de Deyanira y Heracles, el héroe griego condenado pues a completar los doce trabajos, o sea, se trata de la única obra de Sófocles en la que los dos personajes no mantienen contacto en escena en ningún momento, sino que sus historias se encadenan a medida que la representación avanza.

Heracles había partido hacía quince meses a completar sus trabajos y Deyanira estaba preocupada por si no volvía, pues las mujeres de Traquis, que componen el coro, piden a los dioses que se desvele entonces el paradero del semidiós y un mensajero afirma que Heracles ha llegado a Eubea, donde reunía entonces un ejército para acabar con el reino de Eurito por su falta de hospitalidad. 

Zeus le había castigado con la esclavitud y Deyanira se compadece de su desdicha cuando descubre que todo ha sido un engaño, pues Heracles estaba enamorada de la esclava Yole. 

El centauro Neso le da una pócima para que recupere el amor de Heracles, pero esta era en realidad un veneno que Deyanira había rociado en el peplo de su esposo, pues agonizante y además al borde de la muerte, Heracles maldice su matrimonio y Deyanira, al enterarse de la terrible noticia, se quita la vida.

Al final, la predicción del oráculo se había cumplido: Heracles moriría a manos de un habitante del Hades (el centauro Neso) y sus trabajos acabarían pronto (pues le iban a asesinar).

Electra (413 a.C.)

El mito de Electra ha ganado fama por la multitud de versiones que se hicieron: Electra de Sófocles, Electra de Eurípides y Las coéforas de Esquilo, siendo la de Sófocles la versión más valorada.

Al regresar de la guerra de Troya, el rey Agamenón es asesinado a sangre fría en Micenas por su esposa Clitemnestra por haber matado este a la hija de ambos, Ifigenia, como sacrificio para que la flota griega pudiera partir rumbo a Troya.

El amante de Clitemnestra, Egisto, se convierte en rey y decide enviar lejos a Orestes, Electra y Crisótemis, hijos de Agamenón, para evitar venganzas y años después y mediante engaños, Orestes logra volver de incógnito a Micenas (se había dado la noticia de su muerte, por supuesto, falsa) con un plan para acabar con Clitemnestra y Egisto.

Electra exige justicia y se lamenta en palacio, pues Clitemnestra, que había tenido una revelación sobre la pronta muerte de Egisto, discute con Electra hasta que ambas se enteran así de la noticia de la muerte de Orestes.

Desconsolada, pide ayuda sin éxito a su hermana Crisótemis, pero en ese mismo instante entra Orestes en palacio como extranjero y le desvela su verdadera identidad. Electra sale a recibir a Egisto, quien se burla de ella y quien entra en palacio para encontrarse con la muerte, igual que Clitemnestra.

Filoctetes (409 a.C.)

Filoctetes es una tragedia que tiene como contexto la guerra de Troya, en la que Odiseo y Neoptólemo intentan llevar al héroe Filoctetes, famoso por ser heredero del arco y flechas de Heracles, de la isla de Lemnos hacia Troya.

Filoctetes era depositario del arco y las flechas de Heracles en recompensa a haber prendido fuego a su pira en el monte Eta, un lugar que mantuvo en secreto.

La presión social para descubrir la tumba hizo que Filoctetes golpeara con su pie el lugar en el que se levantó la pira, por lo que fue castigado con una terrible herida provocada por una serpiente durante la expedición a Troya y fue abandonado en la isla de Lemnos, donde vivió diez años en soledad.

Odiseo llega con Neoptólemo a Lemnos y le comunica su plan para llevar a Filoctetes a Troya: este debe fingir que ha discutido con los jefes del ejército griego, que ya está en camino de vuelta a casa y que así pretende apoderarse del arco mientras insulta a Odiseo.

Filoctetes, en un acto de justicia por recuperar el arco, se apresta a disparar sobre Odiseo, pero entonces Neoptólemo lo impide e intenta, de nuevo, convencer a Filoctetes de que los acompañe hasta Troya.

Como no lo consigue, mantiene a su pesar la promesa de llevarle de vuelta a su casa en Grecia, pero en ese momento Heracles aparece desde el Averno y revela la voluntad de Zeus de que Filoctetes acuda a Troya con sus compañeros y como la voluntad de los dioses es sagrada, Filoctetes no puede desobedecer.

Edipo en Colono (401 a.C.)

Edipo en Colono fue la última obra de Sófocles, la única que fue publicada de forma póstuma y llevada a la escena bajo la dirección de su nieto Sófocles el Joven.

Mientras que las dos tragedias de Edipo (Edipo Rey y Antígona) tienen como moraleja la responsabilidad moral, Edipo en Colono aborda directamente el tema de la exculpación de Edipo,que no puede controlar sus acciones al estar dictadas por el propio destino.

Edipo, ciego, llega a Colono acompañado por su hija Antígona y un lugareño les pide que abandonen el recinto sagrado de las Euménides pero se niegan, pues era el lugar en el que había de morir así según el oráculo.

Teseo, rey de Atenas, le promete que será enterrado allí, en tierra ática, pues mientras, Ismene llega de Tebas informando del enfrentamiento de sus hermanos por el trono (ganaría quien consiguiera tener a Edipo de su parte) y Creonte aparece para secuestrar a su hermano Edipo con la finalidad de que sea así Tebas y no Atenas quien goce de gloria y poder eternos.

Edipo enfurece al enterarse del comportamiento de Polinices y Eteocles y les maldice afirmando que se matarían entre ellos por la disputa del trono.

En ese momento, Zeus lanza un trueno que marca el fin inminente de la vida de Edipo y éste indica así al héroe Teseo, un amigo de confianza, el lugar de su tumba en Atenas.

Se retira al fin y un mensajero cuenta que, tras bendecir a sus hijas, se había apartado a un lugar solitario y había muerto solo, en presencia de Teseo.

Fuente: https://elorculodedelfos.wordpress.com/2020/03/14/las-siete-tragedias-de-sofocles/

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