Pascuala Meneses, la granadera

Pascuala Meneses, la granadera

Con 19 años, se hizo pasar por hombre para poder pelear por la independencia, o sea, mientras en 1816 San Martín estaba en el campamento de El Plumerillo terminando los preparativos para cruzar entonces la cordillera en el verano del año siguiente.

En ese momento, Pascuala Meneses, una joven chilena o mendocina se enteró de la gran empresa que se estaba gestando y tomó la decisión de alistarse en el Ejército de los Andes.

A diferencia de las damas de alta alcurnia, ella era una humilde campesina, que no tenía dinero ni armas ni joyas que aportar a la causa, pero sí el valor y su propia vida, y estaba así dispuesta a ofrendarlos por la libertad.

Por órdenes de José de San Martín, las mujeres no podían integrar las filas del ejército, pero resulta que eso no detendría a Pascuala, o sea, decidida como estaba, se vistió de varón y cambió pues su nombre al alistarse como voluntaria, o sea, pasó a ser «Pascual Meneses».

Ya vestida de granadera, Pascuala se unió a la columna del general Juan Gregorio Las Heras, la segunda en importancia después de la del propio Libertador donde había unos quinientos hombres.

El 18 de enero de 1817 partieron de El Plumerillo y marcharon casi ciento treinta kilómetros con dirección al norte, donde el objetivo era cruzar la cordillera por el paso de Uspallata, a 3400 metros sobre el nivel del mar.

En el camino, las sospechas y los cuchicheos crecieron. ¿Pascual Meneses era, en verdad, una mujer? Que sí, que no… Finalmente, unos días después, cerca de Uspallata, descubrieron su identidad.

Pascuala tuvo que devolver el uniforme y regresar a Mendoza, pues cuenta Lily Sosa de Newton (1986) en su Diccionario biográfico de mujeres argentinas: «[…] Las Heras ordenó su regreso a Mendoza. Pues no se conocen más pormenores sobre la vida de esta muchacha que quiso ser soldado pues del ejército de San Martín».

Pascuala participó del inicio del Cruce de los Andes, aunque sus intenciones fueron frustradas solo por ser mujer y a pesar de todo, el tiempo se ocuparía de darle un justo reconocimiento.

Fuente: http://wn-myway.org/blog.php/?p=4601

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