El misterio de la Puerta de Aramu Muru

El misterio de la Puerta de Aramu Muru

A unos 35 kilómetros de la ciudad de Puno, cerca del municipio de Juli, capital pues de la provincia de Chucuito, no lejos del lago Titicaca (Perú), se encuentra un pórtico de piedra tallada de siete metros de ancho por siete de alto llamada la Puerta de Aramu Muru y conocida como Hayu Marca aparentemente no conduce a ninguna parte.

Según la leyenda, en el siglo XVI cuando los conquistadores españoles llegaron al Tahuantinsuyo, o sea, al Imperio Inca había un sacerdote llamado Aramu Muru, que pertenecía al monasterio de los siete rayos y era el responsable de la ceremonia de iniciación y el culto al sol.

Entonces, Aramu Muru tomó el disco solar de oro guardado en Qorikancha de Cusco y huyó luego de los españoles, escondiéndose entre las montañas durante mucho tiempo hasta llegar a este lugar, o sea, al Portal de Aramu Muru.

La narración relata que Aramu Muru utilizó el disco como si fuera una especie de llave interdimensional, que les permitió atravesar el imponente muro de piedra y desaparecer de este mundo, dejando atrás un misterio que perdura hasta nuestros tiempos.

La construcción megalítica tiene un disco grabado, que se encuentra a la altura del plexo solar y según su descubridor, el guía José Luis Delgado Mamani, al tocar con ambas manos las caras internas del marco de piedra se perciben sensaciones extrañas, o sea, es la visión de fuego, melodías musicales y, lo que es aún más sorprendente, la percepción de túneles que atraviesan la montaña.

Por ello, algunos habitantes de la zona sostienen que la puerta es en realidad la entrada al “Templo de la Iluminación«Sitio de los Espíritus», y cuentan extrañas historias como que una tarde entonces se vuelve semitransparente, dejando entrever cierta luminosidad.

El nombre de este enigmático sitio fue tomado del libro escrito en 1961 por “Brother Philip” (Hermano Felipe) y publicado en Inglaterra bajo el título El secreto de los Andes.

Es un libro extraño que ahonda en los enigmas del lago Titicaca y la existencia de un antiguo sacerdote llamado Aramu Muru, como líder de la Hermandad oculta de los Siete Rayos, antiguos guardianes del conocimiento de los continentes perdido de Lemuria.

Supuestamente, tras la destrucción de su civilización, ese ser habría emigrado entonces a Sudamérica, específicamente al lago más alto del planeta, trayendo consigo, además de los textos sagrados de su cultura, un poderoso disco de oro, un objeto sobrenatural que recuerda el famoso “Disco Solar” de los Incas.

Hoy son cientos las personas que se acercan a la puerta, no solo atraídas por la leyenda, sino también por la creencia de que detrás de ella se accede a un mundo subterráneo habitado por seres dotados de una profunda espiritualidad.

Los creyentes se arrodillan en la cavidad central y apoyan la frente en un orificio circular, para conectar el llamado “tercer ojo” con el portal. Todo el lugar que rodea la Puerta de Aramu Muru es también llamado “bosque de piedra”, y desde tiempos inmemoriales los antiguos habitantes de la zona consideraban este sitio sagrado y realizaban ofrendas al dios Sol.

En la otra parte del “portal”, existe un túnel, llamado chinkana en quechua, pues que entonces según las creencias locales conduce a Tiahuanaco y la isla del Sol (o isla Titicaca). El túnel estaba bloqueado con las piedras para evitar que los niños pudieran llegar y luego perderse en sus profundidades.

En 1996, hubo un rumor acerca de un niño de un pueblo cercano que afirmó haber visto a un grupo de personas vestidas con túnicas azules y blancas, inclinándose ante la Puerta, cantando palabras extrañas.

En el centro, un hombre vestido de blanco, como arrodillado, tenía en sus manos como un libro que leía en voz alta y después de esto, vio como la puerta se abrió y de adentro salió algo como humo y una luz muy brillante, por donde entró el hombre vestido de blanco, pues pasados unos minutos, salió cargando objetos metálicos dentro de una bolsa.

Es curioso que la estructura se parece innegablemente a la puerta del sol en Tiahuanaco y a otros cinco sitios arqueológicos que se unen por líneas rectas imaginarias, una cruz cuyas líneas se cruzan entonces exactamente en el punto donde se encuentran la meseta y el lago del Titicaca.

Fuente: https://mru.ink/es/aramu-muru-gateway/

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