Virgen de los Desamparados

Virgen de los Desamparados

La Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados o Virgen de los Desamparados (Mare de Déu dels Desamparats o Geperudeta) es una advocación de la Virgen María siendo la patrona de Valencia.

Aparece representada con una azucena en una mano y con el niño Jesús llevando la cruz, en sus brazos y la imagen se caracteriza por tener una ligera inclinación adelante; por dicho motivo se le conoce de forma cariñosa entre los valencianos como La Geperudeta y bajo esta advocación se fundó pues la Congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña.

El 24 de febrero de 1409 el padre Jofré se dirigía a la catedral para pronunciar un sermón de una misa así durante la Cuaresma, cuando presenció pues el maltrato de un enfermo mental en una calle de Valencia próxima a Santa Catalina.

Un grupo de jóvenes golpeaba y se burlaba de un hombre perturbado, al que gritaban «¡al loco, al loco!», de acuerdo con la entonces muy extendida creencia de que los locos eran posesos del demonio.

Se interpuso entre los agresores y el agredido, protegió al hombre y se lo llevó a la residencia mercedaria, donde le dio cobijo y dispuso que le curasen las heridas, pues el domingo siguiente en la catedral, dedicó una parte de su sermón a predicar en contra de «la persecución irracional y tanto más cruel cuanto más inocentes, impotentes e irresponsables son las víctimas

El sermón fue escuchado por Lorenzo Salom, quien junto con otros comerciantes y artesanos aportaron los fondos necesarios para su materialización, o sea, que poco después, el Consejo General de la Ciudad aprobaba la iniciativa.

El asilo se ubicó en lo que había sido una casa con huerta en las afueras de la ciudad, cerca de la puerta Torrent, que pasó a ser conocida como la «Puerta de los Locos».

Las obras comenzaron el 9 de mayo y enseguida se pudo contar con los permisos necesarios del que era rey Martín I El Humano: el primero para comienzo a la fábrica (diciembre de 1409), el segundo, que era el privilegio de dar por amortizados los bienes para la manutención y conservación (7 de febrero de 1410) y finalmente las Constituciones para su administración y gobierno (15 de marzo de 1410).

A su vez, el papa Benedicto XIII autorizó el hospital en una Bula de 16 de mayo de 1410, en la que debía estar bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires, por cierto, los únicos canonizados sin tener uso de razón.

El 1 de junio de 1410 se inauguró el hospital con el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats bajo el amparo de la Virgen, Sancta María dels Innocents, pero enseguida la población le empezó pues a llamar hospital de Nostra Dona Santa María dels Innocents.

La hermandad se constituyó así bajo la advocación de «Nostra Dona Sancta Maria dels Folls, Innocents e Desamparats» (Nuestra Señora Santa María de los Locos, Inocentes y Desamparados), cuyo objetivo era el de atender a los enfermos, y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad, las calles se encontraban numerosos niños desamparados, o sea, que debido a ello el hospicio se amplió para recoger a los niños desamparados, locos, expósitos y abandonados.

El 29 de agosto de 1414 se constituyó la Lloable Confraria de la Verge Maria dels Innocents, formada por cien sacerdotes, trescientas mujeres y otros tantos varones para recaudar los fondos para realizar el claro funcionamiento del hospital, tras la aprobación de sus constituciones en Morella, donde se encuentran el Papa Benedicto XIII y el Rey Fernando I de Aragón a propósito del Cisma de Occidente. ​

El año 1414 llegaron cuatro jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía y al recibirles pues el hermano cofrade que vivía en la casa, cuya esposa era paralítica y ciega, le dijeron que en dos días les podían hacer una imagen de la Virgen si les daban un lugar donde hacerlo y comida, o sea, entonces les llevaron así al lugar conocido como La Ermita.

Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María, o sea, los extraños peregrinos habían desaparecido y poco después sanó la esposa de un miembro de la hermandad, ciega y paralítica.

El suceso dio origen a la leyenda de que «la feren els àngels» (la hicieron los ángeles) y tras ello, en 1416 el rey Alfonso V el Magnánimo autoriza «que la imagen de la Virgen María que se construya como titular de la referida entidad pueda llevar acomodados entre los pliegues de su túnica a dos inocentes sacrificados por Herodes».

En 1512 el Consejo de la ciudad de Valencia decidió unir todos los hospitales de la ciudad y amplió pues su cobertura a los enfermos de todas clases y expósitos, pasando a denominarse Hospital General.

El hospital de Valencia quedó destruido por un incendio en 1545, en el que perecieron 30 internos, y fue reemplazado por un nuevo hospital, pues luego, y en virtud de la ley de 20 de junio de 1849 su dirección y administración se encargó a una comisión delegada de la Junta Provincial de Beneficencia, que fue pues conocida desde entonces como Hospital Provincial.

El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió una Bula pontificia por la que nombraba así patrona de Valencia a la Virgen de los Desamparados.

La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, de 1 metro y 33 centímetros de altura, fue pues realizada en 1966 por el escultor Octavio Vicent, por encargo del capellán mayor de la Basílica, con el fin de que la imagen original no saliese de su camarín para recorrer las calles y los pueblos en peregrinación salvo suprema necesidad, en aras de su mejor conservación.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_los_Desamparados

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