El Sillón del Diablo donde nadie se quiere sentar por miedo a morir

El Sillón del Diablo donde nadie se quiere sentar por miedo a morir

En un rincón de una sala del Museo Provincial de Valladolid destinada a objetos de la España del siglo XVI hay un asiento que a simple vista no llama la atención. Sin embargo, se trata del Sillón del Diablo, sobre el que pesa una leyenda tenebrosa como para no querer descansar en él por nada del mundo.

Todo se lo debe a su dueño, el médico Andrés de Proaza, un discípulo de Alonso Rodríguez de Guevara (1520-1587) que tuvo el honor de abrir en Valladolid la primera cátedra de anatomía del país.

De origen judío, se decía que el médico hacía tratos con el mismísimo Diablo, y que sus conocimientos anatómicos eran más fruto del pacto maligno con Satán por sus horas de estudio y práctica.

Cuenta la oscura leyenda que al sentarse en el terrorífico sillón, entraba en trance y percibía fenómenos sobrenaturales, lo que llevó a la Inquisición a interpretar que el Diablo intentaba comunicarse con él a través de esta silla.

Proaza confesó que el sillón, de color marrón y fabricado en madera de nogal, con respaldo y reposo de cuero, lo había recibido como regalo de un nigromante en 1527 y debido a ello La Inquisición condenó a Proaza a morir en la hoguera y entonces todas sus pertenencias pasaron a subasta pública, incluyendo el misterioso sillón.

Como era de esperar, ninguna persona quiso hacerse con los elementos y mobiliario del médico, tras conocer la procedencia y su vinculación a la magia negra. Por lo que el asiento pasó a formar parte de la colección de objetos de la Universidad de Valladolid.

El sillón se mantuvo fijado a la pared de la sacristía de la Capilla Universitaria, a una altura considerable y boca abajo, para que nadie cometiera la imprudencia de sentarse.

La historia afirma que nadie, salvo un especialista médico, debe sentarse en él. De hacerlo, a la tercera vez que lo hace, moriría de manera fulminante. Eso, aseguran, fue justamente lo que les pasó a dos pobres bedeles en el siglo XIX, que se sentaron y al tiempo aparecieron muertos.

El «sillón del Diablo» está expuesto en el Museo Provincial de Valladolid, con una cinta roja que disuade a los visitantes de cometer el terrible error de sentarse en él.

Fuente: https://www.clarin.com/internacional/sillon-diablo-nadie-quiere-sentar-miedo-morir_0_ERVf3wR4r.html

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