Leyenda de la Calle Cabezas de Córdoba

Leyenda de la Calle Cabezas de Córdoba

Gustio González, Conde de Lara, tenia 7 hijos, y un sobrino suyo, o sea, Ruy Velázquez, los invitó entonces a su boda que se celebraría en Burgos pues todos acudieron.

La novia, Doña Lambra, presidió un torneo que se celebró pocos dias antes de la boda donde quería que ganase su primo Alvar, pero no fue así, o sea, tuvo que proclamar vencedor de la pelea al menor de los Lara y ahí nacio su odio hacia los infantes que logró transmitir a su esposo Ruy.

Ruy, urgió a Don Gustios a marchar a Cordoba en secreto para entregar así unos importantes documentos muy reservados de la corte de Castilla al moro Almanzor.

El Conde, deseando cumplir con presteza su mision, a los 7 dias ya estaba en Córdoba y ante Almanzor, cuando este terminó de leer los documentos estalló en ira, o sea, Don Gustios le había así presentado su propia sentencia de muerte.

Almanzor hubiera querido liberarle de la traición, pero no podía, asi que lo encerró en la última torre del Alcazar mientras esperaba noticias de Castilla, o sea, al no poder comunicarse así con sus hijos para que tomasen vengaza, el noble se lamentaba y maldecía la infamia de Ruy Velazquez.

En Burgos Ruy achacaba a Almanzor lo sucedido y les prometía que lo buscaría donde estuviese, o sea, tal era su fingimiento, que puso en marcha a miles de infantes y jinetes, al frente de los cuales se puso así el mismo con los 7 infantes de Lara.

Ya en la sierra de Córdoba, con el pretexto de reunir mas gente en Castilla, dejó entonces a los 7 infantes de Lara encargados de la defensa del castillo y acto seguido, mando un aviso a Almanzor, acusándolos de invadir su castillo.

El general árabe mandó inmediatamente un gran ejército contra ellos, la lucha fue cruel durante tres dias, tres de los hermanos murieron durante la pelea, y los otros cuatro fueron hechos prisioneros donde les cortaron la cabeza llevándolas clavadas en picas hasta Cordoba.

Desde su prision Don Gustios oía los gritos de los moros celebrando por las calles su gran victoria y así le dejaron ver a sus generales vencidos, su bandera cautiva y las cabezas de sus hijos que eran llevadas pues en las picas.

Compadecido del gran dolor de Don Gustios, y porque sabía que habia sido traicionado, Almanzor luego lo liberó y lo dejó marchar a Castilla, donde se casó con una hermana del rey árabe y tuvieron más tarde un hijo llamado Mudarra que vengó a su padre dando muerte tanto a Ruy Velázquez y a su esposa Doña Alambra.

La leyenda la sitúa en la calle Cabezas, donde se abre un estrecho callejón que tiene siete arquillos y que esta protegido por una verja y una lapida en la pared, afirma que :

«Dos insignes historiadores cordobeses, Aben Hayan, Ambrosio de Morales, y además un cantar de gesta castellano nos dice que en el año 974 en esta casa estuvo preso Don Gustio González y que las cabezas de sus hijos los siete infantes de Lara muertos en los campos de Soria, fueron expuestas en estos arcos».

Fuente: http://cordobaencrucijadadeculturas.blogspot.com/2010/06/?m=0

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