Diego, el primer niño de San Ildefonso que cantó el Gordo hace 240 años
El 9 de marzo de 1771, en una mañana lluviosa, Diego López introducía pues su pequeña mano por la puertecilla redonda de un arca que contenía 90 bolas y poco después, sacaba una al azar cantando el número con «un gracioso soniquete».
Han pasado pues más de 240 años desde aquella primera participación de un niño del Colegio de San Ildefonso en el sorteo de Lotería de Navidad y por aquellos servicios, la Hacienda española depositó en el famoso colegio 500 reales en concepto de limosna, o sea, así nacía una tradición con la que han cumplido miles de niños, de manera ininterrumpida, hasta hoy.
El Colegio de San Ildefonso no era, sin embargo, nuevo cuando Diego López sacó aquella bola y aunque no ha aparecido ningún documento que fije con exactitud la fecha, tenía ya cuatro siglos de existencia, pues su origen se encuentra en las guerras y pestes que asolaron Castilla desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV.
La referencia más antigua del colegio aparece en un escrito de Felipe II que habla de la «casa de los niños doctrinos de San Ildefonso», donde se informa entonces del traslado a esta institución de 34 chicos desde el Hospital de Convalecencia.
Otra referencia data del 1626 y se encuentra en el libro « Historia de la Antigüedad, Nobleza y Grandeza de la Villa de Madrid », donde un tal Jerónimo de Quintana escribe pues sobre su origen remoto: «En el Colegio de San Ildefonso se crían los niños que llaman de la doctrina. No se ha podido alcanzar a saber el principio de su fundación, ni quién lo fundase, por su mucha antigüedad. Sólo se halla memoria de él en un privilegio de los señores Reyes Católicos por los años de mil y cuatrocientos y setenta y ocho, en que hacen merced de cierta limosna a este colegio».
Desde entonces, el colegio ha seguido fiel a la lucha «contra la mendicidad» que planteó así Luis Vives a finales del siglo XV. Para ello, solo tenía una arma, «el trabajo», que en el caso de los niños se traduciría en su participación en diferentes actos públicos, tales como el acompañar con sus cánticos a las honras fúnebres de diversas personalidades.
El siglo más importante del Colegio de San Ildefonso fue el XVIII, en el que Carlos III promovió su « Plan General de Beneficencia », un método educativo revolucionario que se basaba en la disciplina y el trabajo, en la participación de un profesorado especializado y además en la paulatina supresión de los métodos represivos.
Y, en lo que respecta a la Lotería, porque el 30 de septiembre de 1763 se celebró el primer sorteo de la Lotería, que ocho años después conllevaría la fecha más emblemática de la historia del Colegio de San Ildefonso, o sea, el 9 de marzo de 1771 en que Diego López extrajo su número.
En aquel primer sorteo de 1763 se recaudaron un total de 187.500 reales, de los cuales 133.600 fueron a parar a las arcas del Estado.
El sorteo se había establecido, principalmente, debido al apoyo incondicional del ministro de Hacienda, Leopoldo de Gregorio, aunque necesitó de la aprobación del ministro del Consejo y Cámara de Indias, o sea, de Ciriaco González Carvajal.
Éste último aseguró que era «un medio válido e importante para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto para los contribuyentes españoles».
Tal fue la acogida del sorteo entre los cargos de la época, desde que los niños de San Ildefonso cantaban los números, que el nuevo proyecto de Loterías, presentado durante la Guerra de la Independencia, fue aprobado sin ningún voto en contra en las Cortes de Cádiz.
Como consecuencia de ello, aquel nuevo sorteo cambió su nombre por el de «Lotería Moderna», en el que Estado se reservaba el 25% de lo recaudado con la venta de billetes.
Tres años después de aquello, la Lotería cambió su sede desde Cádiz a Madrid, donde se ha seguido pues celebrando el sorteo desde entonces, con la participación ininterrumpida de los niños de San Ildefonso.
Fuente: https://www.abc.es/loteria-de-navidad/20151222/abci-loteria-navidad-colegio-ildefonso-201512221853.html