La leyenda de Sant’Angelo

La leyenda de Sant’Angelo

Cuenta la leyenda que un ángel se apareció en el tejado del castillo para anunciar el final de una plaga y así, el actual nombre data del año 590, durante una gran epidemia de peste que golpeó pues la ciudad de Roma.

El papa de la época, Gregorio I, vio al Arcángel San Miguel sobre la cima del castillo que envainaba así su espada significando el fin de la epidemia. Para conmemorar la aparición, la estatua de un ángel corona el edificio (primero una estatua en mármol de Raffaello da Montelupo, y desde 1753 una de bronce obra de Pierre van Verschaffelt sobre un dibujo de Bernini).

Durante el año jubileo de 1450, la balaustrada del puente cedió debido a la gran multitud de peregrinos y muchos de ellos murieron al caer al río, pues debido a ello, muchas de las casas que existían a la entrada del río, así como un arco de triunfo romano fueron derruidos para ampliar el paso de los peregrinos.

Durante los siglos posteriores, el puente se utilizó para exponer los cuerpos de los ejecutados.

En el año 1535, el Papa Clemente VII destinó los ingresos del peaje que había que pagar para cruzar el puente para erigir las estatuas de los apóstoles San Pedro y San Pablo, a los que se añadieron más tarde los cuatro evangelistas y patriarcas que representaban las estatuas de Adán, Noé, Abrahám y Moises.

En 1669, el Papa Clemente IX encomendó el reemplazo de los antiguos ángeles de estuco de Raffaello da Montelupo, encargados por Pablo III. Bernini programó la construcción de diez ángeles que sostenían los instrumentos de la Pasión.

Él en persona acabó los dos originales de los ángeles que sostienen la inscripción “I.N.R.I.” y la Corona de Espinas, pero ambas fueron requisadas por Clemente IX para su propio deleite pues hoy se encuentran en la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte, también en Roma.

Por su parte, el Castel Sant’Angelo es un monumento romano situado en la orilla derecha del río Tíber, a poca distancia de la Ciudad del Vaticano.

Iniciado por el emperador Adriano en el año 135 para ser su mausoleo personal y familiar, fue terminado por Antonino Pío en el 139, estaba así engalanado originalmente en su cima por una cuadriga en bronce guiada por el emperador Adriano.

El edificio cambió de uso muy pronto y se convirtió en un edificio militar, o sea, se integró a la Muralla Aureliana en el 403.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/participacion/las-fotos-de-los-lectores/20200222/473681469557/leyenda-pueste-castillo-santangelo-roma.html

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