La iglesia en pie más antigua de España
Los visigodos poseen un aura de misterio y exotismo que se ha mantenido a lo largo de los siglos y una de las principales razones fue que su dominio en la península ibérica dejó un rastro más bien tenue en lo monumental y pocas son las obras conservadas de las que levantó este pueblo godo.
Sin embargo, las que quedan son muy apreciadas, pues San Juan de Baños, en Baños de Cerrato y muy cercano a Palencia capital, es una de ellas, o sea, un templo que proclama ser el más antiguo conservado más o menos íntegro y cuya arquitectura, al menos buena parte, se remonta al lejano siglo VII.
Es una iglesia visigoda mandada construir por el rey Recesvinto en el año 661 y cuya ceremonia solemne de consagración se cree que fue el 3 de enero de 661, pues está situada en un paraje llano de la vega del río Pisuerga cerca de su confluencia con el río Carrión, en la actual provincia de Palencia.
La tradición —sin respaldo histórico ni arqueológico— cuenta de esta manera por qué el rey visigodo mandó construir este templo:
Regresaba el rey godo Recesvinto, de haber derrotado al caudillo de los vascones, llamado Fruela, y en este pueblecillo se detuvo a descansar, pues se sentía enfermo de una afección renal. Durante este reposo bebió el agua de un manantial existente en el mismo lugar donde anteriormente existieron unas termas romanas y el recuperar rápidamente su salud se lo atribuyó a un hecho milagroso. Como gratitud decidió erigir en aquel lugar el templo que hoy vemos dedicado a San Juan Bautista.
El recálculo del último dato que da esta lápida lleva al año 661, o sea, fue entonces cuando se erigió San Juan de Baños y una precisión que resulta casi imposible en otros lugares, como es la de Santa Lucía del Trampal en Extremadura o San Pedro de la Nave en Zamora.
De ahí su tremenda importancia histórica. No en vano, es la justificación para que la esta iglesia real devenida con los siglos en ermita sea considerada la más antigua del país. Asimismo, conserva en gran medida sus rasgos visigóticos, otra rara avis.
Como la mayoría de edificios de su tipo, San Juan de Baños casi desaparece y fue en el siglo XIX, tras un periodo de abandono del que se le rescató in extremis, o sea, de ahí le viene la espadaña de su frente principal. Sin embargo, a pesar de otros añadidos del gótico, el cariz visigótico permanece fuerte en el templo. Esto le permite ser considerado uno de los mejores ejemplos de iglesias de su tipo en todo el país.
La mencionada portada muestra un gran acceso en forma portal, donde por fuera se muestra un arco de herradura cuyas proporciones confirman su factura visigoda que así pues se compone de varias secciones llamadas dovelas, coronando la central una crup patada.
En la parte exterior del arco se labró una cenefa y lo mismo ocurre en los apoyos inferiores o impostas y en ambos casos los motivos esculpidos están directamente asociados a la cultura que los creó.
De hecho, se pueden comparar con las decoraciones de joyas como la corona de Recesvinto del tesoro de Guarrazar y precisamente una copia de este pieza preciosa cuelga en el ábside de San Juan de Baños.
Tras pasar el porche y la puerta de entrada, con dintel, se accede a las naves, o sea, aquí llama la atención la doble arquería que divide la planta en tres naves y se trata, de nuevo, de arcos de herradura que así sostienen cuatro columnas por lado.
El cuerpo de estas es de mármol, se cree que de origen romano y así también se recicló un extraordinario capitel corintio con decoración vegetal, tardorromano como el soporte que le precede.
El resto se consideran visigóticos y siguen el mismo estilo, aunque con una calidad técnica inferior y luego a modo de basílica, la planta principal es de forma trapezoidal, más estrecha en el extremo oriental.
Al igual que en Santa Lucía del Trampal, la cabecera es un signo unívoco visigodo. La precede un crucero, como en el templo extremeño, y le seguía un triple ábside y además en su origen la terna estaba separa y era totalmente independiente.
En época gótica, sin embargo, se integraron los laterales en forma de capilla donde el central, resulta que, muestra su aspecto primordial, o sea, es un espacio rectangular con bóveda de cañón y una ventana con arco de herradura central, cuya celosía goda ha sido reconstruida.
El arco triunfal que da paso al espacio y forma al recubrimiento abovedado es también herrado y como el portal, luce decoraciones de cenefas y sobre él la placa que puso fecha al conjunto.
Frisos e impostas, muchos reutilizados de remanentes romanos, jalonan el interior de la iglesia y cabe así resaltar las ventanas en aspillera y, sobre todo, las de arco de herradura que aportan luz al todo.
Las modificaciones que siglos después de erigir el templo se hicieron, ya en el gótico, son varias. entre las que destaca sobre todo la que afectó a los ábsides laterales. Sus bóvedas pasaron a ser de crucería. y la techumbre se vio modificada también, con un tejado a dos aguas.
Fuente: https://espanafascinante.com/lugares/iglesia-antigua-espana/