Leyenda del reloj de la muerte
El Instituto Cultural Cabañas es un edificio reconocido hoy como Patrimonio de la Humanidad, pero como muchos edificios de este tipo desde su construcción en 1805 fue destinado a distintos usos pues resulta que uno de ellos, fue albergar el Hospicio Cabañas a mediados del siglo XX, época en la que tuvo lugar se una de las mas espeluznantes leyendas mexicanas de la zona tapatía.
El Hospicio fue bautizado con este nombre gracias a su creador; el obispo Cabañas que recorría las calles con el único propósito de encontrar niños desamparados a los cuales pudiera ayudar.
En este sitio, se colocó un reloj, uno de los primeros de la ciudad, y por unos meses funcionó de forma impecable hasta que de pronto se detuvo, pero en poco tiempo, caminó de nuevo, este evento ocurrió varias veces y sin importar cuantas veces fuera revisado no se pudo encontrar fallo alguna.
Durante un tiempo, el reloj se detenía a cualquier hora del día o de la noche y volvía a funcionar sin un patrón aparente, hasta que alguien se dio cuenta de que al ocurrir esto, un niño del Hospicio fallecía.
No se sabe a ciencia cierta como se realizó este atroz descubrimiento, pero las monjas prestaron atención al hecho y en verdad pudieron corroborar que el reloj anunciaba la muerte de alguno de los niños que se encontraban en el hospicio.
Como consecuencia de ello, este miedo fue tal que para 1952 se mando quitarlo del hospicio y también se dieron indicaciones para que fuera destruido.
Después de esto no hay forma de asegurar que las muertes se detuvieran y que el reloj en realidad fue el culpable de ello, pero el lugar siguió atrayendo a huéspedes con historias trágicas, pues después de servir como hospicio, fue utilizado como cuartel, cárcel y caballeriza.
Hoy en día, en su faceta de edificio público son muchos los que aseguran haber escuchado ahí voces y risas de niños.
Fuente: https://leyendasmexicanasdeterror.blogspot.com/2018/10/leyenda-del-reloj-de-la-muerte.html