Historia de la palabra «cazurro»

Historia de la palabra «cazurro«

En León este vocablo se emplea generalmente con la acepción de «cabezón, terco, obstinado», o sea, que no es nada extraño que los gentilicios coloquiales sean despectivos: el ejemplo más claro es que a los asturianos se les llama «babayos».

Por ello hay gente que, ofendida en lo más íntimo, prefiere coger estos gentilicios populares y otorgarles un origen o significado más noble.

«Caçurro» en la Edad Media era una palabra que significaba lo mismo en portugués que en castellano, o sea, sucio, vil y de hecho sigue significando eso en el portugués actual: «surro (suciedad procedente del sudor, del uso, etc.); porcaria (porquería)».

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, usó la palabra en varias partes de su «Libro de buen amor» (h1330-1343), también este término como «bufón», o «vulgar, zafio»:

El «Vocabulario medieval castellano» de Julio Cejador y Frauca (1929) define cazurría, caçorría, caçurría, casurría como «maldad» y cazurro, caçurro como «bufón, vil, plebeyo, de burlas».

La palabra fue evolucionando, y así en el siglo XVIII Gregorio Mayans y Siscar en su obra «Orígenes de la lengua española» (1737) dice de caçurro: «malo, torpe. Caçurras palabras: injuriosas». 

En algunos lugares de nuestro país vecino «fala caçurra» designa al «habla baja, grosera, ordinaria», lo que le une con el significado que tenía el vocablo en la Corona de Castilla en la Edad Media.

Ya lo registró en la Tierra de Miranda José Leite de Vasconcelos en el siglo XIX, aunque su uso no era pues generalizado en toda la región, o sea, que afirma que los habitantes de Cércio decían que los mirandeses son «caçurros», y su lengua «fala caçurra». 

En algunos lugares se dice que la palabra proviene de la localidad de Cazurra (Zamora), y se cuenta que esta palabra estaba relacionada con que cuando los cazurreños iban a trabajar a Asturias los asturianos los trataban como a tontos, porque no sabían manejar las máquinas, o sea, es una explicación inverosímil, porque esta palabra ya existía en la Edad Media.

En «Tesoro de la lengua castellana o española» de Covarrubias (1611) se lanza así una hipótesis sobre la etimología de la palabra:

«Dixeronse palabras caçurras, de caço, que en lengua Toscana vale genitale membrum virile, y desta palabra se llamaron todas las demas descompuestas cuçurras, o se dixeron caçurras, quasi cacurras, de kakos kachos, cosamala. Caçurro el hombre torpe». 

Otros autores han relacionado «caçurro» con «casmurro», que en Portugal designa así a la persona que acostumbra a insistir en una idea, siendo sinónimo de cabezota, terco, lo que coincide con el significado que le damos a «cazurro» en León y Zamora, así que quizá haya algo de verdad en esa afirmación.

El vocablo tiene una segunda acepción, que es «persona que no muestra alegría o que tiene tendencia a aislarse», y que coincide con la expresión aragonesa «tío cazurro», que designa al «solterón viejo que vive en casa de un hermano o sobrino, especie de machucho que se ha hecho a la soledad y la misantropía».

Además, otro posible origen portugués está en el hecho de que en la Extremadura portuguesa «caçurro» es el terreno sin cultivar.

Pero la obra que dedica más espacio a esta palabra es la de «Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico» de Joan Corominas y José Antonio Pascual, que le otorga el significado de «grosero, marrullero, malicioso, insociable».

Señala que el primer uso documentado de la palabra es un diploma navarro de 1197, donde aparece un tal «Dominico Cazurro».

En los siglos XIII-XIV dice que tenía el matiz «chocarrero, que quiere ser gracioso, pero groseramente», y el de «descompuesto, desvergonzado, impropio para que lo vean u oigan mujeres» y apunta que en algunos momentos tuvo connotaciones sexuales.

Aporta que en el «Auto de Caín y Abel», del siglo XVI, se acusa a Caín de haber «cazurrado a su hermano», lo que podría relacionar esta palabra con el verbo «zurrar», aunque Corominas prefiere traducirla por el de «matar traidoramente».

Estos filólogos también tratan acerca de la etimología de la palabra, o sea, descartan *canzurro, derivado de can (perro), y analizan un posible origen árabe con «qâdûr» o «qadûr», que significa lo mismo que en español y en portugués (sobre todo con la palabra «casmurro»): «insociable, que huye de la sociedad».

Hay variantes árabes que significan «sucio, inmundo, malo, avaro, mezquino, bellaquería», pero afirman Corominas y Pascual que esa d árabe pasa al castellano en todos los casos, aunque haya alguna vez que evoluciona como z, pero en ningún caso ç.

No descartan totalmente el posible influjo árabe en el vocablo, pero apuntan a un origen prerromano por el sufijo -urro/a.

Apuestan también por la palabra portuguesa «caturra», «persona terca y aferrada a ideas antiguas, que halla defectos a todo, y que se complace en discutir», y que parece pues definir muy bien al menos a los leoneses actuales.

«Caturra» deriva de «turra», palabra que tanto en portugués como en leonés significa algo así como «tema de discusión sin fin», de donde deriva nuestro «turrión/a», que significa «testarudo».

Fuente: https://corazonleon.blogspot.com/2016/09/cazurreando-con-la-palabra-cazurro.html

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