Angelo Targhini y Leonida Montanari

Angelo Targhini y Leonida Montanari

Angelo Targhini y Leonida Montanari eran dos carboneros italianos y miembros de una de las llamadas «ventas», o sea, reuniones secretas de carboneros descubiertos por haber intentado matar a un infiltrado.

Fueron condenados a muerte por «traición» y ejecutados por decapitación siendo obra del verdugo del Estado Pontifcio de 1796 a 1864, llamado Mastro Titta. 

Tanto Targhini como Montanari fueron enterrados donde hoy se encuentra el Muro Torto, en la tierra desconsagrada donde terminaron suicidas, ladrones, vagabundos y prostitutas.

Aún hoy, a la izquierda de Porta del Popolo, al lado del cuartel de los Carabinieri, se puede leer la placa en memoria de la ejecución de los dos carboneros colocada en 1909.

Los romanos, impresionados por la historia de los dos mártires, los adoptaron después de su muerte, así hasta el punto de considerarlos hijos de la ciudad eterna y olvidaron, con el tiempo, entonces los orígenes extranjeros de los dos.

Donde se encuentra el Muro Torto, fueron enterrados los cuerpos de los dos carboneros Angelo Targhini y Leonida Montanari, guillotinados en la Piazza del Popolo en 1825.

Según la noticia, bajo los prados del Muro Torto yacen los restos de cientos y cientos de marginados de la ciudad que, precisamente por sus almas irredentas y malditas, acabaron dando a todo el lugar la fama de Campo Scellerato.

Durante varios siglos el Muro Torto fue considerado perseguido por demonios y fantasmas, frecuentado por brujas, nigromantes y hechiceros y a menudo se le asociaba con el «Sepulcrum Neronis» o el supuesto lugar de enterramiento del emperador Nerón.

De hecho, a lo largo de la Edad Media, este último fue así asociado a una de las muchas encarnaciones de Satán debido a su conocida e infundada aversión al culto cristiano.

Por tanto, sería posible ver al fantasma de Nerón vagando desolado entre los prados del Muro Torto junto con los de los dos carboneros y con una multitud de fantasmas comunes y desesperados, desprovistos de todo perdón divino y misericordia terrenal.

La imaginación popular dio una ubicación exacta al lugar de la tumba de Nerón, es decir, bajo las raíces de un gigantesco nogal maldito que durante siglos habría atraído a brujas, demonios y seguidores del mal.

Fuente: https://www-ladyinrome-com.translate.good/i-fantasmi-di-roma/?_x_tr_si:it&_x_tr_tl:es&_x_tr_hl:es&_x_tr_pto:sc

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