La misteriosa muerte de Stanley Meyer

La misteriosa muerte de Stanley Meyer

Stanley Allen Meyer nació el 24 de agosto de 1940, vivió la mayor parte de su vida en East Columbus, (Ohio, EE.UU.) y más tarde, se mudó a Grandview Heights, donde fue a la escuela secundaria y completó su educación.

Durante su vida, resulta que Stanley Meyer fue propietario de miles de patentes en el campo de la banca, la oceanografía, la monitorización cardíaca y el automóvil, pues emtre todas ellas, la más popular y con ello la más controvertida fue el «Coche de agua».

En la década de 1960, Meyer inventó un dispositivo patentado que podía generar energía a partir de agua en lugar de combustible de petróleo, o sea, y Meyer lo llamó «pila de combustible» o «pila de combustible de agua».

Después de eso, a mediados de los 70, el precio del crudo se triplicó en el mercado mundial y los precios del petróleo en Estados Unidos subían cada día, o sea, entonces debido al mayor gasto en consumo de combustible, las ventas de automóviles se redujeron literalmente a cero.

El gobierno de Estados Unidos estaba bajo mucha presión ya que Arabia Saudita había cortado entonces su suministro de petróleo al país, o sea, debido a ello muchas empresas quebraron y entonces la industria automotriz estadounidense sufrió un gran golpe.

Durante estos tiempos difíciles, Stanley Meyer estaba tratando de desarrollar un automóvil que pudiera traer una revolución en la industria automotriz estadounidense, o sea, diseñó una “celda de combustible” modernizada para automóviles que podría usar agua como combustible en lugar de gasolina en un claro intento de terminar con la dependencia del petróleo.

Si esta afirmación de Stanley Meyer era cierta, su invento podría traer pues una revolución en la industria automotriz estadounidense, ahorrando billones de dólares en la economía mundial. Además, resulta que también reduciría la amenaza del calentamiento global al reducir la contaminación del aire y con ello así emitir oxígeno a la atmósfera.

Meyer luego diseñó un rojo Buggy que fue el primer coche propulsado por agua que se demostró luego en todo Estados Unidos, o sea, todos sentían curiosidad por su revolucionario invento.

Meyer vendió previamente los concesionarios a inversores que podían utilizar su tecnología Water Fuel Cell. Pero las cosas empezaron a dar un giro cuando Meyer puso excusas así para que Michael Laughton examinara su auto, o sea, que debido a las excusas los dos inversores demandaron a Stanley Meyer.

Su «celda de combustible de agua» fue examinada más tarde por tres testigos expertos en el tribunal que concluyeron que «no había nada de revolucionario en la celda y que solo usaba electrólisis convencional». El tribunal determinó que Meyer había cometido un «fraude grave y atroz» y le ordenó devolver a los dos inversores sus 25,000 dólares.

Los expertos afirman además que Meyer utilizó los términos «pila de combustible» o «pila de combustible de agua» para referirse a la parte de su dispositivo en la que la electricidad pasa a través del agua para así producir hidrógeno y oxígeno.

Sin embargo, algunos todavía apreciaron el trabajo de Meyer e insistieron en que su «Coche de agua» era uno de los inventos más grandes del mundo y uno de esos creyentes fue un juez llamado Roger Hurley.

El 20 de marzo de 1998, Meyer mantuvo una reunión con dos inversores belgas que entonces tuvo lugar en el restaurante Cracker Barrel donde también estuvo presente el hermano de Meyer, Stephen Meyer y resulta que durante la cena, en un momento dado realizaron un brindis y entonces Meyer salió corriendo agarrándose la garganta hasta el parking y le dijo a su hermano que lo habían envenenado.

Esto es lo que dijo el hermano de Stanley Meyer, Stephen:

Stanley tomo un sorbo de jugo de arandano. Luego lo agarró del cuello, salió disparado por la puerta, cayó de rodillas y vomitó violentamente. Salí corriendo y le pregunté: ‘¿Qué pasa?’ Él dijo: ‘Me acaban de envenenar’ y esa fue su última declaración.

La muerte repentina de Stanley Meyer fue toda una sorpresa y Steve Robinette, el detective principal del caso, recopiló los testimonios de todos en el estacionamiento.

Durante la investigación, se le hizo un análisis toxicológico al cuerpo de Meyer, pues así entonces según el forense no dio resultados significativos, o sea, el detective habló con el forense, que atribuyó su muerte a un aneurisma cerebral, compatible con episodios previos de hipertensión y así en apenas tres meses se cerró el expediente: “Muerte por causas naturales”.

Mucha gente todavía cree que Stanley Meyer fue asesinado en una conspiración, o sea, que así la razón principal detrás de la muerte de Meyer fue su invento, que llamó la atención no deseada de las figuras del gobierno, pues Meyer solía tener múltiples reuniones con visitantes misteriosos de diferentes países.

Según Stephen, el hermano de Meyer, los inversores belgas sabían del asesinato de Stanley y entonces porque no reaccionaron cuando se les informó por primera vez de la muerte de Meyer. Sin condolencias, sin preguntas, los dos hombres nunca dijeron una palabra sobre su muerte.

Más tarde, James A. Robey, investigó y consideró que la invención de Stanley Meyer era cierta, o sea, que dirigió durante un tiempo el “Museo de Combustible de Agua de Kentucky” para ayudar pues a contar la historia suprimida del desarrollo de la tecnología de combustible de agua.

También escribió un libro llamado «Coche de agua-¡Cómo convertir agua en combustible de hidrógeno!» describiendo la historia de 200 años de convertir el agua en combustible.

Fuente: https://mru.ink/es/stanley-meyer-death-water-car/

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