Libros malditos con poder real

Libros malditos con poder real

A lo largo de la historia, se han escrito toda una serie de libros sobre magia que han existido y que entre ellas podemos destacar los siguientes:

Los libros sibilinos

Se cuenta que en cierta ocasión la sibila de Cumas se presentó pues ante el rey romano Lucio Tarquinio el Soberbio como una mujer muy anciana y le ofreció nueve libros proféticos a un precio muy alto., pero así Tarquinio se negó pensando en conseguirlos más baratos y entonces la sibila destruyó tres de los libros.

A continuación, le ofreció los seis restantes al mismo precio que al principio; Tarquinio se negó de nuevo y ella destruyó otros tres, pues ante el temor de que desaparecieran todos, el rey aceptó comprar entonces los tres últimos, pero pagó por ellos el precio que la sibila había pedido por los nueve.

Los ejemplares fueron guardados en una bóveda bajo el Templo de Júpiter en la Colina Capitolina y era tal el poder que se les atribuía que el Senado romano mantenía un control estricto sobre los Libros.

Al principio estaban al cuidado de dos patricios, pero desde el 367 a.C. fueron vigilados por 10 custodios, la mitad patricios, la mitad plebeyos y más tarde el número aumentó a 15, o sea, los quindecemviri sacris faciundis, generalmente ex-pretores o ex-cónsules.

En tiempos de crisis, y a pedido del Senado, estos funcionarios tenían el privilegio de leerlos y también de consultarlos cuando el Senado o el pueblo lo solicitaban y los libros se guardaban en dos cofres de cedro bajo el pedestal de la estatua de Júpiter Capitolino, el dios supremo de Roma.

Solo se abrían los cofres en casos de extrema necesidad, como guerras, pestes, terremotos o prodigios y los sacerdotes interpretaban las profecías y las adaptaban a la situación presente, a veces modificando o añadiendo versos, o sea, los libros sibilinos eran entonces considerados sagrados y se les rendía culto con sacrificios y ofrendas.

Los libros originales se perdieron en el incendio del Templo de Júpiter del 83 a.C., pues resulta así que los libros sibilinos tuvieron una gran influencia en la historia y la cultura de Roma.

Gracias a ellos, se introdujeron nuevos cultos y fiestas, como el de Cibeles, la Magna Mater, o los Juegos Séculares, que se celebraban cada cien años y también se atribuyó a los libros sibilinos la predicción del nacimiento de un salvador, que algunos identificaron con Augusto, el primer emperador, y otros con el de Jesucristo, el hijo de Dios.

Los libros sibilinos fueron objeto de estudio y admiración por parte de autores como Cicerón, Virgilio, Ovidio o San Agustín, que citaron algunos de sus versos.

Lo único que nos queda hoy en día de estos libros tan valorados en la antigua Roma, son algunos versos sibilinos auténticos (unas 60 o 70 líneas) conservados al final de una pequeña obra titulada entonces De la longevidad, del escritor lidio Flegón de Trales (siglo II d.C.).

El Libro de Soyga o «El libro que mata»

El libro de Soyga es uno de los libros más enigmáticos y misteriosos de la historia, o sea, se trata de un tratado de magia y astrología escrito en latín en el siglo XVI, que contiene tablas numéricas, diagramas, símbolos y conjuros, pues debe su nombre a la palabra Soyga, que aparece repetidamente en todas sus páginas, sin que se sepa su significado.

El libro de Soyga fue propiedad del famoso mago y ocultista John Dee, que lo consideraba una obra de gran valor y sabiduría, o sea, Dee intentó pues descifrar los secretos del libro, especialmente los de las 36 tablas que ocupan la mayor parte del texto.

Estas tablas están formadas por 36 filas y 36 columnas de letras, que forman palabras y nombres de los ángeles y demonios, donde Dee creía que estas tablas eran una clave para comunicarse así con los seres sobrenaturales y acceder al conocimiento divino.

Dee recurrió a la ayuda de su médium y colaborador, Edward Kelley, para contactar con los ángeles y así preguntarles sobre el libro de Soyga, o sea, los ángeles le revelaron que el libro era una obra de Adán, el primer hombre, y que contenía los secretos de la creación y el destino del mundo.

Sin embargo, los ángeles también le advirtieron que el libro era muy peligroso y que solo podía ser leído por el elegido de Dios, que debía cumplir ciertas condiciones, o sea, los ángeles le dieron a Dee algunas pistas para interpretar las tablas, pero no le revelaron todos los misterios del libro.

El libro de Soyga desapareció después de la muerte de Dee, y se creyó perdido durante siglos, pero en el año 1994, dos copias del libro fueron descubiertas en dos bibliotecas diferentes de Inglaterra.

Los investigadores han intentado desde entonces desentrañar los enigmas del libro, usando así técnicas matemáticas, criptográficas y lingüísticas, o sea, que algunos han propuesto que el libro es una obra de alquimia, que contiene fórmulas para transmutar los metales y obtener la piedra filosofal y para otros es una obra de cabalá, que contiene los nombres de Dios y los ángeles. Sin embargo, el libro de Soyga sigue siendo un misterio sin resolver, que desafía la razón y la lógica.

RAUDSKINNA

El RAUÐSKINNA, que significa «piel roja» en islandés, tomó su nombre del color de su cubierta, roja con letras rúnicas de oro y era un compendio de las más oscuras normas y hechizos conocidos, creados por un hombre que oficialmente profesaba la religión cristiana.

Su autor fue Gottskalk Nikulausson, obispo de Hólar entre 1496 y 1520., cuya vida no se ajustaba así a los principios del cristianismo, o sea, era un hombre ambicioso, cruel y manipulador, que tenía dos amantes y varios hijos ilegítimos.

Además, se obsesionó con la brujería y la magia negra, dedicó muchos años a escribir el RAUÐSKINNA y su objetivo principal era utilizar la magia para llegar a controlar al mismísimo Satanás, y hacerlo luego su esclavo para reinar sobre el mundo.

Cuando Gottskalk murió, fue enterrado junto con su libro en la catedral de Hólar, pero resulta entonces su historia no terminó ahí ya que dos siglos después, un hombre llamado Loftur llegó a la catedral buscando el RAUÐSKINNA.

Loftur era un estudiante de magia negra que quería los conocimientos del libro maldito pues una noche, acompañado por otro estudiante, invocó a los espíritus de los obispos enterrados en la catedral, y cantó salmos de alabanza al diablo y otros conjuros consiguiendo que tres obispos se levantaran de sus tumbas, pero ninguno de ellos era Gottskalk.

Siguió cantando, y finalmente apareció otro obispo que no llevaba cruz en su pecho y que sostenía en sus manos un libro rojo con letras doradas, o sea, era Gottskalk, que le dijo a Loftur que jamás conseguiría el RAUÐSKINNA.

Loftur no se rindió, y volvió a cantar salmos al diablo, haciendo que la iglesia se estremeciera y entonces, Gottskalk le tendió el libro, pero antes de que Loftur pudiera cogerlo, una enorme mano negra surgió de las profundidades y se lo arrebató, o sea, era la propia mano de Satanás, que se llevó el libro y a Loftur al infierno.

Desde entonces, nadie ha vuelto a ver el RAUÐSKINNA, ni se sabe si existe realmente. Algunos creen que fue destruido, otros que está escondido en algún lugar, y otros que sigue en poder del diablo.

Lo que sí se sabe es que el RAUÐSKINNA es uno de los libros más terroríficos y misteriosos de la historia, y que su leyenda sigue fascinando y aterrorizando a quienes la escuchan.

El Manual de Múnich

El Manual de Múnich es un libro de magia demoníaca que data del siglo XV, pues su título original es el de Liber incantationum, exorcismorum et fascinationum variarum, que significa “Un libro de hechizos, exorcismos y fascinaciones varias”. 

El libro contiene más de 40 rituales mágicos para invocar y someter a los espíritus malignos, obtener así poderes sobrenaturales, amor, riquezas, conocimientos y otros beneficios, pues es especialmente famoso por contener una invocación a Satán, una invocación a Lilith, una lista de demonios y una conjuración así conocida como el Vínculo de Salomón.

El autor del Manual de Múnich es desconocido, pero se cree que fue un sacerdote o clérigo involucrado con la nigromancia, o sea, el libro parece ser una compilación de textos anteriores que fueron copiados y adaptados.

El origen geográfico del libro también es incierto, pero se le llama Manual de Múnich porque se encuentra actualmente en esa ciudad, en la Biblioteca Estatal de Baviera, donde está catalogado bajo el código Clm 849.

El Manual de Múnich es un grimorio muy peligroso, que requiere de una gran habilidad y precaución para ser usado ya que los rituales implican el uso de círculos mágicos, símbolos, nombres sagrados, objetos, animales, sangre y otros elementos.

Los rituales se dividen en tres categorías: de ilusionismo, para crear apariencias engañosas; psicológicos, para afectar el entendimiento o la voluntad de las personas; y de adivinación, para conocer el pasado, el futuro y lo oculto donde la mayor parte de los rituales de adivinación se basan en la catoptromancia, el arte de usar un espejo para ver visiones.

Para elaborar los rituales, los magos, necesitaban materiales, en ocasiones muy raros, o sea, además de los círculos mágicos, necesitaban imágenes de cera de las personas en las que se deseaba influir, anillos, espadas y otros objetos de uso personal.

En algunos casos el manual pide que se sacrifique una abubilla en honor a los espíritus del diablo, o que se quemen algunas hierbas para que el humo sirva de fumigación mágica y otras partes del manual pues recogen la magia judía o la musulmana.

El Manual de Múnich es una obra de gran valor e interés para los estudiosos de la magia y la historia. Su contenido revela las creencias, las prácticas y las fuentes de los magos medievales, así como su relación con la religión, la filosofía y la ciencia de su época.

Fuente: https://www.jcboiza.com/libros-malditos-con-poder-real

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.