Leyendas de Chile

Leyendas de Chile

En la ciudad de Salamanca (Chile) podemos destacar la presencia de varias leyendas y entre ellas destacan:

La bailarina de la escuela

Cuentan que en la Escuela Matilde Salamanca hubo una vez una niña muy linda que asistía a esta escuela, aquella niña le gustaba mucho bailar al ritmo del piano, pero un día sufrió un fatal accidente, o sea, cayó por las escaleras y desgraciadamente falleció.

Dicen que por las noches o al atardecer cuando la escuela esta cerrada, se puede oír música de piano y el sentir pasos de baile en su interior, pues algunos afirman haberla visto bailar por los pasillos de la escuela, pero se sabe que es un alma buena que quiere seguir bailando en su querida escuela.

En Salamanca se reúnen los brujos en una cueva, conocida como la Raja de Manquehua, distante a unos 35 kilómetros de la ciudad de Salamanca. Su nombre se debe a su propietaria Matilde Salamanca.

Los brujos de Salamanca

Esta leyenda nace en el año 1915, fecha en que se reportan los primeros testimonios de reuniones y de procesiones en las que se veían antorchas encendidas en el interior de una cueva, presumiblemente de encuentros o rituales que realizan personas que utilizan la magia negra.

Este lugar fue escenario de grandes fiestas para los maestros de la brujería, en la que se servía vino en vasijas de metales muy refinados y donde, por supuesto, la comida no podía faltar, o sea, pues así todos estos acontecimientos y bondades ocurrían sólo dentro de la cueva.

Una de las tantas leyendas de las que se habla de la cueva de Salamanca es la un joven que es invitado por un brujo a una de estas celebraciones y todos los objetos de la celebración eran de oro y plata.

Por ello, el joven en un momento dado se quedó cogiendo una cuchara de plata y se la introdujo en su bolsillo y tras ello, en ese preciso momento aparece una hermosa niña de piernas preciosas y se le acercó.

Bebió bastante en la fiesta y despertó al siguiente día en la plaza, recordó lo ocurrido y metió su mano al bolsillo para ver si tenía la cuchara de plata, pero en vez de la cuchara encontró un fémur humano.

Los brujos actualmente seguirían concurriendo a esta cueva y serían así los descendientes de los primeros hechiceros los que siguen entregando poderes a los que se inician en este arte.

Cada cierto tiempo, en la cueva se organizan fiestas a las que asisten los maestros, pues en ellas se usan servicios de oro y plata, pero ninguna de estas piezas puede ser sacada del lugar, ya que en el exterior se convertirá en algo de poco valor.

Supuestamente la raja es una hendidura subterránea que recorre todo el país y en su interior los brujos hacían sus “aquelarres” y además, esta cueva tiene varias entradas y están cuidadas por culebrones.

La cueva de Salamanca o la Raja de Manquehua, sirve para rendir homenajes a Satanás, y se efectúan así misas negras realizándose las confesiones de brujos y brujas.

Las palabras religiosas o la señal de la cruz disuelven rápidamente, una asamblea, y al canto del gallo, los brujos vuelven a sus casas escurriéndose por alguna rendija.

El Huaso de las espuelas de plata

Cuentan algunos pirquineros que cuando recorren los cerros de la zona buscando las riquezas escondidas que en ella hay, pasando días y noches a la intemperie y preparando las comidas al aire libre, de pronto se oye venir un jinete con caballo negro y vestido de negro para comer o beber, de lo contrario se perderán y no encontraran nunca su camino de regreso a casa. 

Dicen que esta aparición corresponde a la del mismísimo diablo el cual prueba el grado de egoísmo y de generosidad que existe en los seres humanos. 

Fuente: https://www.salamancabusca.cl/leyendas-de-salamanca

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