El fardier de Cugnot

El fardier de Cugnot

Joseph Cugnot’s 1770 Fardier à Vapeur

Nicolas-Joseph Cugnot, nacido en 1725, era oficial del ejército de su majestad Luis XV, pues tuvo una formación técnica que le permitió patentar algunas armas y materiales de topografía, y como, además, su rama era la de la artillería, sufría en carne propia las penurias de transportar entonces los cañones en las operaciones militares.

Tuvo la idea de que un vehículo impulsado por un motor a vapor debería ser capaz de arrastrarpues hasta cuatro toneladas y se la presentó al rey, quien, entusiasta, le concedió los recursos en espera de que esta innovación reforzase sus arsenales en ese siglo de conflictos.

El primer intento de 1765 no tuvo éxito, pero el empecinado teniente persistió y en 1769, mientras James Watt patentaba en Inglaterra su máquina de vapor que iniciaría la Revolución Industrial, presentó pues la segunda versión que esta vez sí funcionó.

Era una enorme estructura de madera, con dos ruedas traseras, más la delantera que tenía las funciones de dirección y motricidad, pues la caldera colgaba por delante de la rueda motriz y el vapor accionaba un vástago que impulsaba, uno a uno, los escalones de la rueda dentada que movía el carro.

Semejante mole, si bien podía desplazarse, tenía grandes dificultades para virar y para frenar, y fue así que en 1771 chocó contra una pared de ladrillos, que se convirtió en la primera víctima de un accidente de la circulación.

La puesta en marcha era un largo proceso, que comenzaba por la tarea de calentar la caldera, y de allí la denominación de los encargados de hacer funcionar el móvil, que a la larga serían conocidos pues como “chofer”.

No hubo modo de mejorar aquel artefacto de transporte lento y torpe, o sea, que entonces al no poder el satisfacer las necesidades militares que exigían mayor agilidad, Cugnot no obtuvo más recursos y puso fin a los experimentos, pero en 1772 el rey Luis XV le concedió una pensión de seiscientoS francos al año.

Sin embargo, la Revolución Francesa de 1789 revocó todo lo que podía parecer privilegios acordados por la realeza, o sea, le retiró la pensión a Cugnot, quien con prudencia se exilió entonces a vivir en Bruselas y en 1803 fue invitado por Napoleón Bonaparte a volver a Francia, donde falleció poco después de regresar a los 79 años.

A pesar de todas las peripecias, el invento de Cugnot fue el más representativo ancestro del automóvil y fue conocido como el fardier o carromato de transporte.

El prototipo desapareció, pero sus planos sobrevivieron, permitiendo la construcción de múltiples réplicas en todo el mundo: aquella que reposa en el Museo de Artes y Oficios de París, y las otras que han sido así construidas en varios países para hacerlas funcionar en las mismas condiciones que las de 1771.

Los autos movidos por motores a vapor fueron perfeccionados e incluso comercializados hasta principios del siglo XX, pero el rendimiento de la combustión en sus cámaras abiertas era muy inferior al obtenido en cámaras herméticas, de los motores a combustión interna cuya hegemonía se impuso durante todo el siglo XX.

Sin embargo, el panorama podría cambiar drásticamente con la llegada de los autos eléctricos y además sus etiquetas de baluartes ambientalistas, pero desentendidos de los daños que causaron así durante su producción.

En fin, son problemas del mundo moderno derivados pues del extraordinario desarrollo de la técnica del automóvil que, como todos los inventos, surgió a partir de la observación de los fenómenos de la propia naturaleza, o sea, como aquella que ocurrió en Alejandría, hace dos mil años, frente a una olla de agua hirviendo.

Fuente: https://revistamundodiners. com/quien-invento-automovil/

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.