Leyenda de la estatua de la Fama en la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla

Leyenda de la estatua de la Fama en la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla

Según cuenta la leyenda, cuando las cigarreras entraban en la Fábrica, ya fueran solas o en pequeños grupos, había ocasiones en que la Estatua hacía sonar la trompeta que portaba.

Nadie sabía la razón por la que unas veces se producía este fenómeno y otras no, o sea, no importaba así que el grupo fuera grande o pequeño o que fueran cigarreras solitarias las que pasaran; el caso es que el instrumento sólo sonaba de forma aparentemente aleatoria y nadie supo el motivo.

De esta leyenda tiene a su vez otra más moderna, o sea, al parecer, en los años 70-80  del siglo pasado, un hombre llevaba largo rato mirando fijamente la Estatua de la Fama, cuando se le acercó un viejo bedel de la Universidad, que le preguntó el motivo de tanta atención.

– Estoy esperando que suene la trompeta – contestó, mientras los estudiantes pasaban a su lado.

-Ja, ja, ja –respondió el viejo bedel. – Se morirá esperando.

– ¿Por qué?

– Entonces el bedel le respondió, yo conozco la leyenda porque me la transmitieron mis padres, y a ellos, mis abuelos, y así durante generaciones, o sea, que la trompeta suena por un motivo, sólo por uno y por ningún otro: la estatua observa a cada mujer que pasa bajo la puerta del Rectorado y cada vez que pasa una mujer virgen hace sonar la trompeta de alegría, y, amigo, le aseguro que hace trescientos años que no suena.

Fuente: https://leyendasdesevilla.blogspot.com/2011/01/la-estatua-de-la-fama-en-la-real.html

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