Rani ki vav

Rani ki vav

Esta notable estructura se construyó a orillas del río Saraswati en el siglo XI d. C., o sea, en aquella época, Gujarat estaba gobernado por la dinastía Chalukyas, que dominó gran parte de la India occidental entre los siglos IX y XII y según una crónica jainista, la reina Udayamati construyó así el pozo en memoria de su marido Bhima I (1020-1064), pero es posible que lo terminara otro rey chalukya.

Las cámaras y plataformas alrededor del pozo están pensadas para ser lugares de descanso en la subida y la bajada, y están sostenidas por unos 212 pilares tallados.

Según el Prabandha-Chintamani, una compilación de biografías realizada así en el año 1304 d.C. por el monje jainista Merutunga, la construcción comenzó en el año 1063 d.C. y finalizó 20 años más tarde, en 1083 d.C.

El pozo escalonado se construyó para abastecer a la población local, permitiéndoles adentrarse así en la tierra donde un enorme depósito almacenaba el agua y se cree que una vez se utilizó un buey para elevar cubos de agua hasta los escalones, donde la población local los recuperaba y los llevaba a casa.

El pozo escalonado fue un gran proyecto y proporcionó agua a miles de personas, o sea, que no sólo era un ambicioso proyecto hidrológico, sino también una estructura religiosa y aunque el pozo se construyó más o menos al mismo tiempo que el cercano templo de Vimala Vasahi, Rani ki vav pretendía celebrar la santidad del agua.

En la década de 1890 los británico Henry Cousens y James Burgess lo describieron como un enorme pozo de 87 metros, del cual solo sobresalían algunos pilares.

Con el tiempo, el río Saraswati inundó el pozo y lo obstruyó con cieno y barro, pues entonces durante el Raj británico, en la década de 1940, los anticuarios aficionados descubrieron que el pozo estaba entonces completamente enterrado y que sólo se veían algunos pilares en la superficie.

En la década de 1940 unas excavaciones sacaron a la luz parte del pozo escalonado, pero no sería hasta 1958, bajo la dirección del Dr. S.N. Das, que el Servicio Arqueológico de la India (ASI) comenzó así pues la monumental tarea de excavar y restaurar Rani ki Vav.

El proceso de excavación fue lento y difícil, y el equipo tuvo que enfrentarse a diversos retos, como la eliminación de grandes cantidades de cieno y sedimentos, la estabilización de la frágil estructura y la protección de las delicadas tallas para evitar que sufrieran más daños, o sea, fueron necesarios casi 30 años de arduo trabajo para devolver la vida a Rani ki Vav.

El ASI empleó una combinación de técnicas tradicionales y modernas para lograr su objetivo, o sea, que el equipo retiró cuidadosamente el cieno y los sedimentos acumulados, reforzando las secciones debilitadas de la estructura con materiales tradicionales como el enlucido de cal y la piedra.

Además de toso ello, también emplearon tecnología moderna, como el escaneado láser en 3D, para crear modelos digitales precisos del pozo, lo que facilitó el proceso de restauración.

Esta estructura subterránea mide 65 m de ancho y 20 m de largo con casi 28 m de profundidad, pues se accede al pozo por un tramo de escaleras y los siete niveles de escaleras conducen a un profundo pozo circular que en su día estuvo inundado, pero que ahora está seco.

En cada nivel hay pasillos escalonados con pabellones, `pues más de 200 pilares adornan la estructura y tanto las paredes como los pilares están decorados con tallas e inscripciones y como el agua es pues tan escasa en la zona, se trata con reverencia y respeto, por lo que la estructura es un lugar sagrado.

Con más de 1.500 esculturas de carácter religioso, mitológico y secular de diversos tamaños, resulta que el yacimiento está muy decorado, o sea, estas imágenes estilizadas son excelentes ejemplos de escultura clásica.

Están diseñadas para reproducir el universo, tanto el reino humano como el espiritual. Dioses del panteón hindú, como Brahma, Vishnu, Shiva y Ganesh vigilan el espacio y también figuras de los nueve planetas de la cosmología hindú ejercen influencia sobre el destino humano.

Naga Kanya está representado aquí, ya que los nagas son espíritus que residen en el inframundo, o sea, protegiendo y ofreciendo las enseñanzas de la Diosa Madre.

Las muchas otras esculturas de mujeres, en diversas posturas, las muestran en su mayoría en un entorno doméstico y así los árboles que conceden deseos, a menudo representados en la mitología hindú, se han utilizado para embellecer ciertas zonas.

Como consecuencia de ello, los esfuerzos realizados para restaurar el yacimiento concluyeron en 1986 y en 2014 Rani ki Vav fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo su valor universal excepcional como monumento cultural que representa la mezcla perfecta de arte, cultura y de utilidad. 

Rani-ki-Vav es un ejemplo sobresaliente de construcción de pozos escalonados subterráneos y representa un excelente ejemplo de un tipo arquitectónico de recurso hídrico y sistema de almacenamiento pues es ampliamente distribuido por todo el subcontinente indio.

Ilustra la maestría tecnológica, arquitectónica y artística alcanzada en una etapa del desarrollo humano en la que el agua se obtenía predominantemente de corrientes y depósitos de aguas subterráneas mediante el acceso a pozos comunales.

En el caso de Rani-ki-Vav, los aspectos funcionales de esta tipología arquitectónica se combinaron así con una estructura en forma de templo que celebra la santidad del agua como elemento natural venerado y la representación de deidades brahmánicas de la más alta calidad.

Fuente: https://www.labrujula.com/2023/06/rani-ki-van-un-espectacular-pozo-construido-como-si-fuera-un-templo-invertido-en-india

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